Nuestra señora de los Milagros

San Rafael, Mendoza

Los mensajes de Nuestra Señora de los Milagros de San Rafael

Como ya hemos visto, después de que Patricia Olguín quedara liberada de la posesión demoníaca, comenzaron una serie de fenómenos místicos (manifestaciones visibles de Nuestro Señor Jesucristo, de su Santísima Madre y de los santos; reviviscencia de los dolores de Jesús, lectura de conciencias, etc.). De entre todas estas nuevas formas que ella vivió, hay una que se destaca por tener una gran importancia para la Iglesia y el mundo: los mensajes de la Santísima Virgen María. Era tarea principal de Patricia el darnos a conocer estos mensajes, ya que quien insistentemente reclamaba su publicación era la misma Reina del Cielo. Los mensajes de Nuestra Señora de los Milagros de San Rafael coinciden en algunos aspectos con los contenidos dados a conocer en otras apariciones marianas. Pero hay algunas cosas que son únicas: la necesidad urgente de que los sacerdotes se unan a la gran batalla final de María Santísima contra las fuerzas desatadas del demonio; los males que acarrearía el hecho de que sus mensajes no fueran escuchados y obedecidos en la diócesis de San Rafael y en toda la Iglesia; las catástrofes espirituales que se abatirían sobre el Pueblo de Dios por los pecados de los sacerdotes, especialmente por la falta de Fe, etc.

La presente edición es una respuesta al urgente pedido de la Madre de Dios

25 de agosto de 2017

No temas. Soy Yo quien os habla, el Hijo Unigénito del Padre Todopoderoso.

Estoy aquí para guiaros al urgente pedido de mi Madre Santísima. Muchos mensajes son ocultados en el mundo entero. La voz de mi Madre es silenciada por los hombres que no quieren escucharla, por ser tan del mundo. Y no dejan llegar la voz de amor y salvación a muchos que la necesitan, y que sí desean escuchar.

Mas soy Yo quien pide sea mi Madre escuchada, dando al mundo su voz suplicante de amor. 

Yo soy la Verdad. El que viene a Mí, va al Padre. Siempre que escuche a mi Santa Madre.

23 de agosto de 2017

Pido y mando que mis mensajes más importantes sean difundidos para la salvación de mis hijos.

Mi llamado es suplicante. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Cada vez más ofensas a mi Sagrado Corazón, ¡y tan pocos los que escuchan mi voz verdaderamente! ¡Qué dolor padecerán mis hijos, los que no escuchan mi voz! Y yo, suplicante, hago mi llamado a la oración del Santo Rosario y a la Penitencia.

¡Escuchadme, escuchadme! No os entretengáis con las cosas del mundo, sino acudid a mi llamado.

Estoy haciendo un llamado suplicante: si soy escuchada, menos sufrirán mis hijos todos. Porque estoy atenta a escucharlos aún sin ser yo vuestra Madre escuchada. Da a conocer.

Momentos de gran sufrimiento se aproximan.

26 de mayo de 2000

No temas. Yo soy para ti un escudo. Tu recompensa será muy grande.

Lo dicho lo encontrarás en Génesis 15,1.

Génesis 15,1

“Después de estos sucesos fue dirigida la palabra de Yahveh a Abram en visión, en estos términos: «No temas, Abram. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande”

31 de mayo de 2000

(Mediodía)

Jesús dice: “Hija, te pediré un gran sacrificio. Tendrás que elegir entre la vida que llevas o una vida más cerca de Mí”  

Levítico 26, 9

“Yo me volveré hacia vosotros. Yo os haré fecundos, os multiplicaré y mantendré mi alianza con vosotros”.

 

bra de Yahveh a Abram en visión, en estos términos: «No temas, Abram. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande”

05 de junio de 2000

Darás a conocer lo que te haré conocer, hija mía.

Yo asistiré a los enfermos, a los caídos, y a todos los hijos del Señor en el Santuario que el Señor ha preparado, casa de encuentro con Él. 

Quiero que tú le digas lo que te he dicho a los Padres (sacerdotes) más cercanos a ti. ¡Bendita eres por tener mi Presencia! ¡Bendita, porque el Señor te ha elegido! Encontrarás en Éxodo 25, 8 lo que Yo te he dicho.

Hija mía, tú me reconocerás como me he aparecido. También dejaré mi aroma en el lugar que Yo pidiere. Tú serás llevada por gracia del Señor.

Éxodo 25,8

“Me harás un Santuario para que yo habite en medio de ellos” 

22 de junio de 2000

Dice el Padre Pío (de Pietrelcina)

Hija, los caminos del Señor son difíciles de seguir. Son muy lindos, pero difíciles de caminar, porque son con cruces. Para mí fueron muy difíciles, pero a la vez muy lindos, más que lindos.

Hija, vendrán muchas angustias y muchos dolores, pero ten en cuenta que el Señor te eligió, y de la mano de Él caminarás. Muchas lágrimas derramarás por las cosas que te sucederán.

Los hombres no entienden muchas veces lo que el Señor elige y lo que quiere.

Hija, la Virgen te dará fortaleza y confianza para que tú hagas lo que Ella y el Señor te piden. Y lo que hagas, será para su Gloria. De su mano caminarás y su manto te protegerá y su Paz penetrará muy dentro de ti. Hija, sé obediente: es lo que le gusta al Señor.

Juan 9,31

“Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ese le escucha.”

26 de junio de 2000

Toma mi mano. El Espíritu Santo está contigo. Escribe lo que has visto, lo que sucederá ahora y lo que sucederá en el futuro. El Señor te ha elegido, y digna eres de su Presencia. Feliz está contigo.

Hija, lo que Yo te he dicho lo encontrarás en Apocalipsis 1,19.

Hija, digna eres de mi confianza y de mi Presencia.

Yo estoy contigo porque así lo quiere el Yo estoy contigo porque así lo quiere el Señor.                                                                                                                                        

Apocalipsis 1,19

“Escribe, pues, lo que has visto: lo que ya es y lo que va a suceder más tarde.” 

15 de septiembre de 2001

Hija, soy tu Guía y lo soy para todos los que piden ser guiados por Mí.

También estoy a vuestro lado.                                                                                             

(Para los sacerdotes de esta diócesis: Juan 15,16-17; Juan 16,33)

 Juan 15,16-17

“No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.»

Juan 16,33

“Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.”          

20 de septiembre de 2001

Dijo Jesús “Haz conocer este texto bíblico: Zacarías 8,1-17.

Hija, anuncia todo lo que os doy a conocer a tu director espiritual”

Zacarías 8,1-17

  1. Fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
  2. 2. Así dice Yahveh Sebaot: Con gran celo he celado a Sion, con gran ira la he celado.
  3. Así dice Yahveh: Me he vuelto a Sion, y en medio de Jerusalén habito. Jerusalén se llamará Ciudad-de-Fidelidad, y el monte de Yahveh Sebaot, Monte-de-Santidad.
  4. Así dice Yahveh Sebaot: Aún se sentarán viejos y viejas en las plazas de Jerusalén, cada cual con su bastón en la mano, por ser muchos sus días;
  5. las plazas de la ciudad se llenarán de muchachos y muchachas en sus plazas jugando.
  6. Así dice Yahveh Sebaot: Si ello parece imposible a los ojos del Resto de este pueblo, en aquellos días, ¿también a mis ojos va a ser imposible? oráculo de Yahveh Sebaot.
  7. Así dice Yahveh Sebaot: He aquí que yo salvo a mi pueblo del país del oriente y del país donde se pone el sol;
  8. voy a traerlos para que moren en medio de Jerusalén. Y serán mi pueblo y yo seré su Dios con fidelidad y con justicia.
  9. Así dice Yahveh Sebaot: Reafírmense vuestras manos, vosotros que oís en estos días esas palabras de la boca de los profetas, desde el día en que se echaron los cimientos de la Casa de Yahveh Sebaot, para la reconstrucción del Templo.
  10. Porque hasta estos días no había paga para los hombres ni paga para el ganado; paz ninguna había, a causa del enemigo, para el que salía y entraba, y yo había dado rienda suelta a todos los hombres unos contra otros.
  11. Pero ahora ya no soy yo para el Resto de este pueblo como en días pasados, oráculo de Yahveh Sebaot.
  12. Porque hay simiente de paz: la vid dará su fruto, la tierra dará su producto y los cielos darán su rocío; yo daré en posesión al Resto de este pueblo todas estas cosas.
  13. Y sucederá que así como habéis sido maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré yo, y seréis bendición; ¡no tengáis miedo, y que se reafirmen vuestras manos!
  14. Pues así dice Yahveh Sebaot: Como yo había decidido haceros mal, cuando me irritaron vuestros padres – dice Yahveh Sebaot – y no me arrepentí de ello,
  15. así en cambio he decidido en estos días hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá: ¡no temáis!
  16. He aquí las cosas que debéis hacer: Decid verdad unos a otros; juicio de paz juzgad en vuestras puertas;
  17. mal unos contra otros no meditéis en vuestro corazón, y juramento falso no améis, porque todas estas cosas las odio yo, oráculo de Yahveh.
20 de octubre de 2001

(Tarde. Locución interior) 

Jesús dijo “He aquí que Yo estoy contigo todos los días. En ti habitaré…y no temas, hija mía.

Haz conocer este texto bíblico a los sacerdotes: Proverbios 1, 23-25. 

Proverbios 1, 23-25

“Convertíos por mis reprensiones: voy a derramar mi espíritu para vosotros, os voy a comunicar mis palabras. Ya que os he llamado y no habéis querido, he tendido mi mano y nadie ha prestado atención, habéis despreciado todos mis consejos, no habéis hecho caso de mis reprensiones”.

26 de octubre de 2001

Jesús dijo “No dejes de hacer lo que se te indica. No temas, la paz esté contigo.

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.

Todo el que camina de la mano de mi Madre, camina de mi Mano.

No temas, porque has sido elegida; en ti mi Madre ha puesto su confianza. No temas, porque donde está mi Madre, estoy Yo. Y cuando hay tinieblas, Yo doy la gracia para que puedas caminar sin tropezar.

Confía, hija mía, porque Yo soy la Luz del mundo”                                                     

Juan 19,25-27

  1. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
  2. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
  3. Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.” 
27 de octubre de 2001

Hija, quiero hacer residir hoy en mis hijos el Amor del Espíritu del Señor.

Escucha, hija: esta Madre te quiere dócil como Ella misma lo fue al Espíritu del Señor. Muchas cosas son las que pido a mis hijos. Os pido especialmente la conversión; que os dejéis conducir por esta Madre que os espera ansiosa para llevaros al Señor. Abandonaos a esta Madre que os conducirá a la humildad, a la oración y al arrepentimiento de corazón. Abandonaos, hijos míos, al Corazón de la Madre del Señor. Amén. Jeremías 21, 8. Ezequiel 34,11-13

Jeremías 21,8

“Y a ese pueblo le dirás: Así dice Yahveh: Mirad que yo os propongo el camino de la vida y el camino de la muerte.”

Ezequiel 34, 11-13

  1. 11. Porque así dice el Señor Yahveh: Aquí estoy yo; yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él.12. Como un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, así velaré yo por mis ovejas. Las recobraré de todos los lugares donde se habían dispersado en día de nubes y brumas.Las sacaré de en medio de los pueblos, las reuniré de los países, y las llevaré de nuevo a su suelo. Las pastorearé por los montes de Israel, por los barrancos y por todos los poblados de esta tierra.
04 de diciembre de 2001

Hija, te pido que hagas conocer este texto bíblico. Pido que se rece este salmo por el reconocimiento de vuestros pecados. Rezadlo con humildad.

Salmo 51, 3-7 

3. Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito, 4. lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame. 5. Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí; 6. contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas. 7. Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre.” 

06 de diciembre de 2001

 (10:30)  Hija, te pido que des a conocer este texto bíblico. Salmo 19, 3-6.

Hija, en dos días será mi día. Por mi Corazón Inmaculado os pido que vayáis a rezar al Santuario, lugar de encuentro con el Señor.

Gloria a Dios en la tierra y paz a los hombres que invocan su Nombre.

Salmo 19,3-6 

  1. 3. el día al día comunica el mensaje, y la noche a la noche trasmite la noticia. No es un mensaje, no hay palabras, ni su voz se puede oír; 5.mas por toda la tierra se adivinan los rasgos, y sus giros hasta el confín del mundo. En el mar levantó para el sol una tienda, 6. y él, como un esposo que sale de su tálamo, se recrea, cual atleta, corriendo su carrera.
12 de abril de 2002

Dijo el ángel: Acércate, no temas. He sido enviado por el Señor. Te daré un texto bíblico y lo darás a conocer: Apocalipsis 12,12.

Apocalipsis 12,12

“Por eso, regocijaos, cielos y los que en ellos habitáis. ¡Ay de la tierra y del mar! porque el Diablo ha bajado donde vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo.”

 

13 de abril de 2002

Buscad en Apocalipsis 19, 5-10.

Apocalipsis 19, 5-10

  1. Y salió una voz del trono, que decía: «Alabad a nuestro Dios, todos sus siervos y los que le teméis, pequeños y grandes.»  6.Y oí el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de grandes aguas y como el fragor de fuertes truenos. Y decían: « ¡Aleluya! Porque ha establecido su reinado el Señor, nuestro Dios Todopoderoso.  7. Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado,  8. y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura – el lino son las buenas acciones de los santos».  9. Luego me dice: «Escribe: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.» Me dijo además: «Estas son palabras verdaderas de Dios.»  10. Entonces me postré a sus pies para adorarle, pero él me dice: «No, cuidado; yo soy un siervo como tú y como tus hermanos que mantienen el testimonio de Jesús. A Dios tienes que adorar.» El testimonio de Jesús es el espíritu de profecía.”
16 de abril de 2002

Amo y adoro a mi Hijo muy amado, Hijo de Dios Padre, Jesús Sacramentado. Darás a conocer estos textos bíblicos: 1Pedro 3, 13-17; 1Pedro 5, 6-11.

Hija, os pido mucha oración y penitencia. Gloria a Dios.

1 Pedro 3, 13-17

  1. Y ¿quién os hará mal si os afanáis por el bien? 14. Mas, aunque sufrierais a causa de la justicia, dichosos de vosotros. No les tengáis ningún miedo ni os turbéis. 15. Al contrario, dad culto al Señor, Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza. 16.Pero hacedlo con dulzura y respeto. Mantened una buena conciencia, para que aquello mismo que os echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta en Cristo. 17. Pues más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal.

1 Pedro 5, 6-11

  1. 6. “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que, llegada la ocasión, os ensalce; confiadle todas vuestras preocupaciones, pues él cuida de vosotros. 8.Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. 9. Resistidle firmes en la Fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos. 10.El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os restablecerá, afianzará, robustecerá y os consolidará.11. A él el poder por los siglos de los siglos. Amén.” 
01 de agosto de 2002

Dice Jesús: Hija, he aquí la ciencia cristiana del dolor, la única que trae la paz. Sabes que no estás sola ni desamparada ni abandonada. Porque Yo, tu Señor, estoy contigo y estaré siempre.

Hija, para apartar el mal y fervientemente alcanzar el bien os pido auténtica oración y Fe pura.

 

30 de agosto de 2002

Hija, no temas. La gracia del Espíritu Santo está contigo. Te pido que des a conocer este texto bíblico: Tobías 12,7.

Tobías 12,7

“Bueno es mantener oculto el secreto del rey y también es bueno proclamar y publicar las obras gloriosas de Dios. Practicad el bien y no tropezaréis con el mal.”

31 de diciembre de 2002

1 Corintios 15,57-58

57. Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo!  58. Así pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo no es vano en el Señor.

02 de febrero de 2003

Jesús dice: Yo soy la Luz del mundo. Buscad lo que os he dicho en Juan 8, 12.

También da a conocer este texto a los sacerdotes que te visitan: Génesis 3, 4-5.

Juan 8, 12

“Jesús les habló otra vez diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.»

Génesis 3, 4-5.

“Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. 5. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.»

2 de febrero de 2003

Hebreos 9,22 y 2 Tesalonicenses 2, 13-14.

Hebreos 9, 22

“pues según la Ley, casi todas las cosas han de ser purificadas con sangre, y sin efusión de sangre no hay remisión.”

2 Tesalonicenses 2, 13-14

  1. 13. Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por vosotros, hermanos, amados del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. Para esto os ha llamado por medio de nuestro Evangelio, para que consigáis la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
15 de febrero de 2003

Hebreos 10, 26-39

26. Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados, 27. sino la terrible espera del juicio y la furia del fuego pronto a devorar a los rebeldes. 28. Si alguno viola la Ley de Moisés es condenado a muerte sin compasión, por la declaración de dos o tres testigos. 29. ¿Cuánto más grave castigo pensáis que merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios, y tuvo como profana la sangre de la Alianza que le santificó, y ultrajó al Espíritu de la gracia? 30. Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza; yo daré lo merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo. 31. ¡Es tremendo caer en las manos de Dios vivo! 32. Traed a la memoria los días pasados, en que después de ser iluminados, hubisteis de soportar un duro y doloroso combate, 33. unas veces expuestos públicamente a ultrajes y tribulaciones; otras, haciéndoos solidarios de los que así eran tratados. 34. Pues compartisteis los sufrimientos de los encarcelados; y os dejasteis despojar con alegría de vuestros bienes, conscientes de que poseíais una riqueza mejor y más duradera. 35. No perdáis ahora vuestra confianza, que lleva consigo una gran recompensa. 36. Necesitáis paciencia en el sufrimiento para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido. 37. Pues todavía un poco, muy poco tiempo; y el que ha de venir vendrá sin tardanza. 38. Mi justo vivirá por la fe; mas si es cobarde, mi alma no se complacerá en él. 39. Pero nosotros no somos cobardes para perdición, sino creyentes para salvación del alma.

04 de marzo de 2003

Dijo el P. PíoSólo en Jesús, Hijo de Dios Omnipotente, encontrarás la luz, la Verdad, el aliento y la vida eterna.

Hija, ten confianza. Que tu Fe no vacile. El Señor nos enseña y nos alienta a todos a seguirle siempre a través del sufrimiento. Es por eso que debes aceptar y ofrecer tu sufrimiento para que sea concedida la paz al mundo y a la Iglesia, y sea glorificado el Señor Nuestro Jesucristo.

Busca ahora 1 Corintios 3,16.

1 Corintios 3,16

“¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?”

05 de marzo de 2003

La Virgencita llora por todos sus hijos, por sus hijos que no lloran. Llora por la dureza de nuestros corazones, llora porque ofenden al Señor. La Virgen ha llorado en algunos lugares para otorgar sus beneficios. Las lágrimas de Nuestra Madre Celestial nos piden que nos convirtamos a una vida nueva, arrepentidos de nuestras faltas.

Mateo 10, 19-20

  1. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. 20.Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.”

1 Corintios 15,33-34

  1. No os engañéis: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.» 34.Despertaos, como conviene, y no pequéis; que hay entre vosotros quienes desconocen a Dios. Para vergüenza vuestra lo digo.”

Romanos 12,1

“Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual.”

26 de marzo de 2003

Hija, los hombres están cayendo en una progresiva autodestrucción. Éste es el tiempo en que el mundo debe saber que la Madre de Cristo triunfará sobre los ataques de Satanás. El enemigo está siendo atacado, cerca está su fin. Y está usando como último recurso la debilidad humana. Mas no temáis: Yo lo venceré. Ya he comenzado a vencerlo.

Hijos, es muy necesario en estos momentos difundir mis mensajes. Así podré esperar a todos mis hijos en el Santuario que he pedido. Yo, la Madre de Cristo Jesús, habitaré en ese Santuario y en todos los corazones que se consagren a mi Corazón Inmaculado.

También os dejaré un texto bíblico: Apocalipsis 12,1.

Apocalipsis 12,1

“Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.”

03 de abril de 2003

Hijos, declarad la necesidad que tengáis, acudid a esta Madre que os espera ansiosa con su poder maternal. Hijos míos: los rayos de mi luz -Luz de la Gloria- iluminan el camino que os llevará a Dios Padre Celestial. ¡Hijos míos! Escuchad a esta Madre y no dudéis que Yo estoy aquí y escucho a todos los que me invocan. Hijos: leed este texto bíblico que el mismo Señor os ha dejado. Mt 5, 13-16.

Mt 5, 13-16

  1. 13. Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. 15. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.16.Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. 
10 de mayo de 2003

No dudes, hija mía, de que soy Yo.

La paz de mi muy amado Hijo Jesús Sacramentado esté en tu corazón, y por su Nombre que des a conocer este texto bíblico: 

Salmo 150, 1-6.

  1. ¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario, alabadle en el firmamento de su fuerza, 
  2. alabadle por sus grandes hazañas, alabadle por su inmensa grandeza.
  3. Alabadle con clangor de cuerno, alabadle con arpa y con cítara,
  4. alabadle con tamboril y danza, alabadle con laúd y flauta,
  5. alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos de aclamación.
  6. ¡Todo cuanto respira alabe a Yahveh! ¡Aleluya!
28 de agosto de 2003

Dice Jesús: Hija mía, debes gustosamente soportarlo todo: fatiga y dolores; tentaciones, angustias, enfermedades, humillaciones, retos, correcciones y desprecios. Porque Yo te entregaré una recompensa eterna y una gloria sin fin por todo esto que será pasajero.

Hija, todo lo que pases te ayudará a recorrer el camino de la virtud.

Da a conocer a los sacerdotes este texto bíblico: 

Apocalipsis 2,17

“El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor le daré maná escondido; y le daré también una piedrecita blanca, y, grabado en la piedrecita, un nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe.”

14 de agosto de 2010

Da a conocer lo que os diré. Contenta estoy de ti, mi querida hija.

¡Hijos míos! Os pido una Iglesia viva, fiel y creíble. Que todos se alimenten de la Palabra de Dios y de la Sagrada Eucaristía. Sed cristianos con alegría y convicción. Como discípulos misioneros de Jesucristo, formad comunidades vivas que alimenten la Fe, que impulsen la acción misionera. Valorad las diversas organizaciones eclesiales en espíritu de comunión, responsables con la misión de anunciar y hacer visible el Reino de Dios. Por eso os digo lo que ha dicho mi Amado Hijo: “No sois vosotros los que me habéis elegido a Mí, sino Yo el que os elegí a vosotros y os destiné para que vayáis y deis fruto y ese fruto sea duradero” (Juan 15,16). Lo que mando y pido es lo que mi Hijo os dice.

Ansiosa estoy por morar en el lugar que he elegido y ahí esperaré a millones de hijos. No tardéis, mis hijos, en dar a conocer lo que esta vuestra Madre pide y manda. Pido que todos mis mensajes sean difundidos. Hijos, apartad los obstáculos humanos que vosotros mismos ponéis. El poder del amor de mi Inmaculado Corazón triunfará. 

Pido a mis hijos oración, penitencia. Que abráis vuestros corazones para que el Amor Inmaculado de mi Corazón pueda habitar en cada uno de vosotros. No dejéis de reuniros con Fe, con humildad. Que vuestros corazones se unan al Mío para mayor gloria de mi muy amado Hijo Jesucristo. Sed sinceros, que mi amor es sincero. Pronta estoy para derramar abundantes gracias, y vosotros seréis quienes deis testimonio de la verdad. Contenta estoy de vosotros porque estáis en este lugar. No dejéis de venir al encuentro de esta vuestra Madre. Da a conocer a quien corresponde.

15 de agosto de 2010

¡Venid, mis amados hijos! Estaré esperando para daros todas las gracias necesarias para que cada uno consagre su vida a esta vuestra Madre, quien desea unirse a sus hijos. Pediré que todos seáis obedientes a lo que mando y pido.

¡Hijos míos! No dejéis pasar más tiempo, sed firmes y formad una muralla de fortaleza en vuestros corazones. Mostrad, hijos míos, que aquí habito Yo, y moraré hasta la eternidad.

16 de agosto de 2010

(7.30 hs.)

¡Queridos hijos míos! aquí estoy para morar en este lugar. Y os pido a todos mis hijos que me ayudéis, siendo fuertes en la oración y así podré quedarme junto a vosotros. Deseo que os reunáis diariamente y con vuestra oración deis a conocer al Vicario general de esta diócesis que aquí estoy Yo, vuestra Madre, que viene a guiaros a él y a vosotros al Padre Celestial. No temáis si algo os desalienta: son pruebas para ver hasta dónde llega vuestra Fe y resistencia por el amor que decís tener a esta Madre, Madre que es mandada por su Hijo Unigénito. Os pido que seáis firmes, que ya es hora que hagáis valer mis derechos de Madre. Aquí estoy, mis amados hijos, y estaré por la eternidad esperando a millones de hijos.

Hijos, me agradan vuestras ofrendas, mas os digo que lo que más me gusta son vuestros corazones llenos de esperanza y confianza. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

Hoy estaré ahí a la misma hora. No dejes de ir, mi amada hija. Contenta estoy de ti y de mis hijos que han concurrido al lugar de mi Morada.

 

(11.00 hs.)

Hija, poned mucha atención. Os pido y mando que se traiga la imagen en procesión que me representa como Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa que está ubicada en la iglesia San José. Deseo que esté aquí en el lugar que habitaré. No demores más. Hace tiempo que vengo pidiendo que se cumpla lo que esta vuestra Madre pide y manda a todos sus hijos por igual. Ya ha pasado tiempo y mi deseo es estar aquí junto a todos mis hijos. No pongáis más obstáculos porque Madre vuestra soy y es más, soy Madre del Hijo Unigénito del Padre Todopoderoso. Deseo que no pongáis más obstáculos y pido a través de esta cita: Éxodo 25, 8 (“Hazme un santuario y habitaré en medio de ellos.”) 

Pido y mando que se ponga la piedra fundamental para que todos mis hijos acepten lo que pido. No demoréis, porque ya estoy aquí y no me retiraré porque esta es mi voluntad: estar junto a mis hijos.

Pido que no se niegue a mis hijos concurrir al lugar. Que vuestra Madre está esperando ansiosa que se cumpla lo mandado y pedido. Agradeceré a todos mis hijos que traigan su corazón disponible a escuchar la voz de esta vuestra Madre. Gloria a Dios Padre Todopoderoso.

 

(15.00 hs.) 

Hija mía cuánta alegría regocija mi Corazón Inmaculado. Contenta estoy porque estoy sintiendo la respuesta de mis queridos hijos.

Aquí estoy para llenar los corazones dispuestos a recibir mi amor. Deseo y pido que sigan viniendo, porque aquí quiero morar, más aún en cada corazón de todos mis hijos que me visiten.

Sed fuertes y valientes para seguir unidos a esta Madre que os guiará al Padre Todopoderoso.

¡No temáis! aquí estoy y estaré para llegar a vosotros.

¡Qué hermoso es ver que mis hijos adornan mi lugar, lugar que desde ahora será mi Morada!

17 de agosto de 2010

Mi amada hija, mi Corazón en este tiempo está fluyendo amor. Mi Corazón grita desde este lugar su amor. Mi Corazón rociará a este pueblo con lluvia de bendiciones. Estoy aquí para custodiar a todos mis hijos y mi amor prevalecerá sobre todas las acechanzas del enemigo. 

Deseo que mis mensajes recorran el mundo. 

Estoy aquí, mis amados hijos, esperándoos como Madre que debe estar sobre ellos, queriendo hacer brillar firmemente en cada corazón la luz de mi muy Amado Hijo Jesucristo. Amén. 

Hijos míos os pido que la oración crezca en forma generosa en este día. 

Rezad por el Vicario de esta diócesis, esperando lo que Dios espera de su servidor. Es tanto lo que necesita este pueblo que de él depende que sea escuchada y se dé a conocer lo que tanto pido y mando.

 

(Luego de una pausa) 

¡Amados hijos! os estoy hablando. Estoy muy cerca de vosotros deseando que respondáis a éste, mi llamado. Deseo que estéis vosotros cerca de mi Corazón. Aquí estoy esperando a millones de hijos. Seguid viniendo porque desde ahora aquí me encontraréis. Gloria a Dios Padre Todopoderoso. Amén. Amén. 

Pido, hijos míos, que todo mi pueblo escuche mi voz.

18 de agosto de 2010

Da a conocer. No desagrade el hombre a Dios y acepte lo que viene de Él y lo que pide: amor a Él, y os aseguro que no habrá tristeza en ese corazón dispuesto a amar sobre todas las cosas. Amén. 

Hija, nada ni nadie podrá silenciar la voz de esta Madre que llama a sus hijos al lugar de mi Morada. Sed firmes a mi llamado, nada puede reprimir la fuerza del amor de mi Inmaculado Corazón. Nada impedirá el mensaje de esta vuestra Madre, Madre del Hijo Unigénito del Padre Todopoderoso. 

He aquí que invito a todos mis hijos a tener esperanza y a orar con fe, con confianza, porque aquí está vuestra Madre Celestial para proteger a todos sus hijos. Soy para todos ellos la Morada permanente. También pido a mis hijos que se construya un pedestal, un lugar para que mis hijos tengan donde encender sus velillas. 

Os pido un lugar silencioso, lugar de oración permanente, limpio y ordenado. Tengan presente mis hijos que estoy aquí ya morando para todos aquellos que desean venir a encontrarse con vuestra Madre. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

 

(15:00 hs) 

Hija, mi Corazón sabe de la necesidad de cada uno de mis hijos. Conozco las pequeñeces de cada uno y las miserias. Estoy aquí para ponerlos ante la misericordia del Señor, deseando fundir en sus corazones el conocimiento del Señor con el Sacramento de la Confesión. Es por eso que pido al Vicario de mi Hijo Jesucristo que responda al pedido de esta Madre. Os pido sacerdotes para que las almas respiren y encuentren el Sacramento de la Confesión. 

¡Queridos míos! Os quiero junto a mí, que vuestros corazones se nutran de mi Corazón. 

Hijos, con todos vosotros está a mi Inmaculado Corazón. Quedaos con Él y no temáis. Yo aguardaré. No tardéis demasiado en complacer a esta Madre que desea que sus hijos lleguen a los Sacramentos. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

 

(Locución interior) 

Sólo un corazón mezquino puede dudar de mi presencia en este lugar. Pobres de aquellas almas que no comprendan o acepten que el Arca está aquí. 

El Señor me detuvo aquí para que, desde este lugar, llame a mis hijos y los reciba aquí, lugar de mi Morada. 

19 de agosto de 2010

Hija, tu corazón va a sentir el gozo. También el sufrimiento de mi Corazón. 

Hija, hay mucho por hacer, porque millones de hijos llegarán a besar mis pies como lo has hecho tú. Puedes entender por qué pedí el pedestal. 

También pido y mando a mis hijos que sean firmes, sinceros de corazón, porque yo, vuestra Madre, conozco todo lo que hay dentro de cada uno de vosotros. 

Estoy aquí y estaré hasta la eternidad. No dejéis de venir. Sed constantes, que junto al Inmaculado Corazón de vuestra Madre triunfaremos. Soy la Madre del Hijo del Padre Celestial, la Inmaculada Concepción.

20 de agosto de 2010

(15:00 hs.) 

Contenta estoy, mi amada hija. Os pido que el día 27 todos mis hijos lleguen en procesión a las 15 horas. También pido y mando que mis hijos predilectos vengan acompañando la procesión pedida; os pido que vengáis cada uno con su estola. Tu Director Espiritual será quien dé a conocer lo que pido y mando al Vicario de mi muy Amado Hijo Jesucristo. 

Quiero ser escuchada y que se cumpla lo que ésta vuestra Madre pide y manda. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Amén

 

(Más tarde) 

Da a conocer lo que os diré.  

Pido a todos mis hijos que se consagren a mi Inmaculado Corazón y como Madre suya los conduciré a la verdad en la plena fidelidad a Jesús y a su Iglesia. 

Únanse en Mí todos mis hijos. En este período de purificación, la Iglesia vive momentos de grandes sufrimientos. Os haré amar mucho la Iglesia porque es amada cada vez menos por sus hijos. 

Rezad, rezad el Santo Rosario. 

Resistid en los cenáculos, secundando al urgente llamado de vuestra Madre Celestial. Seguid rezando, multiplicad vuestros cenáculos de oración. 

Es necesario que mis sacerdotes se conozcan y se unan a esta vuestra Madre que les manda guiar almas por el camino de la salvación. Deseo ayudar a todos a superar junto a Mí los momentos actuales de sufrimiento. Es por eso que invito a mis hijos sacerdotes y al Vicario de mi Hijo Jesucristo a este llamado. 

Ansiosa estoy de ser correspondida como Madre vuestra que soy. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

21 de agosto de 2010

Da a conocer al Vicario de mi muy Amado Hijo Jesucristo y al Vicario general de esta diócesis. 

Hijos predilectos, estoy junto a vosotros en este año. Tened confianza en mi Corazón Inmaculado. 

En mi Corazón está contenido el designio del amor misericordioso de mi Hijo Jesús que desea reconducir el mundo al Padre para la perfecta glorificación de Dios. El mundo está caminando por caminos de perdición y de su misma destrucción, pero os digo que no está perdido y al fin será salvado por el amor misericordioso de Jesús que ha confiado en la acción de esta vuestra Madre Celestial, quien se volverá sobre el mundo para socorrerlo con la fuerza irresistible de su amor misericordioso. 

¡Hijos míos! Se esperan acontecimientos que vosotros ni siquiera podéis imaginar. 

Hijos míos, estoy aquí para ser escuchada y que se cumpla lo que mando y pido. Os digo que millones de hijos llegarán al lugar donde estoy y que he elegido como mi Morada. 

Os espero a vosotros, mis amados hijos, y no dejéis pasar tiempo, porque aquí estoy derramando mi amor y deseo, pido y mando que mis mensajes sean difundidos a todo el mundo. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Amén

22 de agosto de 2010

¡Hijos míos! caminad por la senda que os he trazado sin dejaros atrapar por la desconfianza ni por el desaliento. El enemigo trata de frenar la fuerza de mi escuadrón victorioso. No se detengan mis hijos ante las acechanzas de Satanás porque Él teme a mi escuadrón, que he formado en este lugar con los pequeños que han acogido mi invitación a consagrarse a mi Inmaculado Corazón. 

Hijos míos, responded con la más grande confianza y con vuestro filial abandono a mí. Responded con la oración que debe ser intensificada y continua en este lugar al cual los he citado, lugar de mi Morada y encuentro con cada uno de vosotros. 

A mis hijos predilectos que habéis entrado en el cenáculo de mi Corazón Inmaculado, os pido que me ayudéis con el rebaño. No demoréis en escuchar la voz de esta Madre que está hablando y mostrándose para ser escuchada. 

Gloria al Padre y al Hijo Todopoderoso. Amén.

23 de agosto de 2010

¡Hijos míos! contenta estoy por el homenaje que me estáis brindando. En esta semana os quiero recogidos en gran oración aquí, en el refugio precioso de mi Corazón Inmaculado. 

Orad, orad con fuerza por la humanidad y por la Iglesia. Hay mucha necesidad de mi maternal e inmaculado refugio porque vosotros todos estáis dentro de mis tiempos. Con el alma debéis sentir y ver la realidad que invocáis con la oración. Estoy aquí para enseñaros, poco a poco, la oración del corazón. Gloria al Padre Todopoderoso. 

Hijos míos predilectos: participad de la gran alegría de toda la Iglesia al contemplar este tiempo en que estoy aquí hablando a mis hijos todos. Este es, hoy, el singular privilegio con el que la Santísima Trinidad me ha adornado, en vista de mi Divina Maternidad. Soy vuestra Madre que os invita al lugar de mi Morada. Gloria al Padre Todopoderoso.

 

(15:00 hs.) 

¡Hijos míos! escuchad mi voz que os llama a todos al camino de la verdad. 

Hija mía, sé obediente.

24 de agosto de 2010

Oración. 

Oh mi buen Jesús, consuelo de esta pequeña alma. Escucha esta humilde plegaria por todos mis hermanos de la Iglesia. Pido que no vacilen en la Fe, sino que lleguen pronto a experimentar la dulzura de tu consolación, reservada a todas las almas que te dignas llamar para ser tus compañeras en el camino de la Cruz.

25 de agosto de 2010

(14:00 hs.) 

Da a conocer al Obispo.  

Eres tú el que está enviado por Dios Padre para dar a conocer mi existencia y mi bondad a todos cuantos lo ignoran. Si tú le fallas, ¿cómo van ellos a llegar al conocimiento del verdadero amor de esta vuestra Madre? 

Romanos 10, 14-15 “Pero ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? Y ¿cómo creerán sin haber oído de Él? Y ¿cómo oirán si nadie les predica? Y ¿cómo predicarán si no son enviados? Según está escrito: ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el bien!”                                                                                                                                                        

Hijo, escucha y sé obediente a lo que pido y mando.

28 de agosto de 2010

(Locución Interior) 

Hijos míos estoy aquí morando. Mi Corazón Inmaculado es la fuente inagotable del amor. Soy puente divino que os atrae al amor de la Misericordia del Padre. Amén. 

Hija, estoy iluminada. Y esta luz da acceso a los arcanos, a los misterios y a las enseñanzas de mi Hijo Jesús de manera especial. Esta clarificación interior te da la paz y el gozo, sabiduría de Dios, visión interna, verdades universales. Dios en ti. Mi clarificación está levantando el velo de este gran misterio que por gracia de Dios Padre es obtenido. Contenta estoy de ti, mi amada hija. 

Da a conocer a tu director espiritual.

 

(Más tarde) 

Da a conocer a tu Director espiritual. 

El secularismo ha penetrado en la vida de muchos bautizados. Sobre todo el mundo y en muchos sacerdotes, que en su alma, en su modo de vivir, de obrar y también de vestir, se comportan no como discípulos de Cristo. Siguen el espíritu del mundo en el que viven. ¡Si miraran mis hijos cuán grande es esta desolación que hiere a la Iglesia! 

Demasiados sacrilegios se cometen contra Jesús presente en la Eucaristía por parte de aquellos que no creen más en la presencia real de Jesús en la Eucaristía, y por aquellos que van a comulgar en estado de pecado mortal sin confesarse. 

Sed vosotros, hijos predilectos, medicina para que estos males no sigan. Os doy la tarea aquí. Ayudadme a ser ejemplo de una vida santa, austera, recogida, mortificada. Celebrad con amor y con íntima participación de vida la Santa Misa. Confesaos a menudo y ayudad a los fieles a hacer la confesión frecuente, para estar en gracia de Dios y cercanos al Corazón de mi muy Amado Hijo Jesús. Amén.

29 de agosto de 2010

(14.30 hs. Locución Interior) 

¡Hijos míos! Llenaos de valor. Yo soy la Madre y la Reina de la paz. Por Mí vendrá la paz. 

Escuchad mi voz y dejaos conducir por Mí con docilidad. 

Os esperan grandes pruebas, ya tenidas por muchos. Sabed que mi presencia entre vosotros, confirmada hoy de tantas maneras y con tantos prodigios, os está diciendo que, al final del gran sufrimiento, sólo mi Corazón Inmaculado triunfará. Alegraos los que escucháis atentamente a esta vuestra Madre. Será en todo el mundo la victoria del amor y de la paz. Amén. Da a conocer a tu director espiritual. 

¡Hijos míos todos! Lo que ofende vuestra belleza interior es solamente el pecado. Es por eso que hoy estoy aquí y os invito a todos a combatir cada día contra mal tan grande. Todos habéis nacido bajo el peso de esta onerosa y nociva herencia, y habéis sido liberados de ella en el momento de vuestro bautismo, aunque han permanecido en vosotros las consecuencias que os vuelve frágiles, y fácilmente seguís siendo atrapados por el pecado. 

¡Hijos míos! Si queréis contemplar las maravillas de mi amor misericordioso, venid al lugar de mi Morada. No dejéis pasar más tiempo, estoy aquí esperándoos. 

Gloria al Padre Eterno.

 

(Más tarde) 

A mis hijos predilectos que escuchen este mi llamado, del clero diocesano, de las órdenes religiosas y de varios institutos, os quiero aquí en este lugar, lugar en que estoy morando Yo misma. Os alimentaré y formaré para que mis pequeños sean guiados por vosotros al Señor. 

Necesito sacerdotes que lleven a los sacramentos a mis pequeños, que serán aún más numerosos. Yo os prepararé para que deis testimonio de muchas conversiones. 

Mi Corazón gozará aún más cuando mis hijos sean obedientes a este mi llamado.

03 de septiembre de 2010

Hijos míos, el amor de mi Corazón Inmaculado sostendrá misericordiosamente a todos mis hijos. No habrá desilusión en el hijo que se cobije en esta vuestra Madre. Cobijaré a todos bajo mi manto. Seguid junto a Mí. Ofreced vuestra oración y penitencia, y os aseguro que será por siempre glorificado el Nombre de Dios. Amén. 

Da a conocer. 

Pido y quiero que todos mis hijos se acerquen a mi Corazón. Soy vuestra Madre. Las llamas de mi Corazón Inmaculado os tocarán y así os retendré junto a mi Hijo Jesús, Señor del amor y del perdón. 

Hija mía: sé fuerte y firme. Estoy siempre a tu lado. Haced valer mis derechos de Madre. 

Gloria al Padre Eterno. Amén

08 de septiembre de 2010

(08:00 hs. Locución Interior) 

¡Hijos míos! Caminad en la confianza. Quiero indicaros mi victoria: consistirá en reconducir a los hombres a la dócil obediencia al querer de Dios. El sol es fuente de luz: vosotros vivís en esta tierra por la luz que os da. Así, mi victoria consistirá sobre todo en volver a hacer resplandecer sobre el mundo y sobre la Iglesia la luz. Volverá a resplandecer la luz de la verdad. Jesús resplandecerá tanto en la vida de la Iglesia que será ella misma la luz más grande para todas las naciones de la tierra. Pero la mayor de las victorias será la de mi Inmaculado Corazón de Madre, y consistirá en hacer resplandecer a mi Hijo Jesús en todas las almas de mis hijos. Da a conocer. Gloria al Padre Todopoderoso. 

¡Hijos míos! Mirad mi Corazón Inmaculado. Unidos a él podréis seguir. La hora de la batalla ha llegado. Os necesito a mis órdenes. Debéis testimoniar con la palabra y con el ejemplo vuestra fidelidad a mi Hijo Jesús, al Evangelio y a la Iglesia. Pronto, todos verán a la Iglesia reflorecer y renovarse. Esto está bajo la acción de vuestra Madre Celestial. 

Estoy aquí para dar mi espíritu a todos mis pequeños hijos, para que Yo misma, por medio de vosotros, pueda vivir y obrar. Y todo el mundo verá el plan de amor que el Corazón Inmaculado de vuestra Madre Celestial está realizando para el advenimiento del Reino de mi Hijo Jesús. Escuchadme y sed obedientes. Estoy aquí entre vosotros para ser escuchada y obedecida por todos mis hijos. Amén. 

Pido y mando que se anuncien con fuerza mis mensajes. Soy para vosotros Madre en la hora de la presente purificación. Llevad en el corazón los sufrimientos de Jesús y los míos por el estado de agonía en que está la Iglesia en todas partes del mundo. Se enseña y se difunde el error bajo fórmulas de nuevas interpretaciones culturales de la verdad, acogiendo así al espíritu del mundo que se expande como la cizaña, seduce a las almas y corrompe la conciencia como un terrible cáncer. 

¡Hijos míos! Ayudadme a llegar a mis hijos que se han alejado y se han dejado confundir por los bienes del mundo. Mirad a vuestros hermanos con mis ojos misericordiosos. Ellos hoy afligen a la humanidad y a la Iglesia. Y también a vosotros, que derramáis lágrimas de dolor. Amad con mi Corazón a todos vuestros hermanos y sentiréis vosotros los sufrimientos de mis hijos perdidos en el mundo. Ellos, sin darse cuenta, se alejan del camino de la paz, de la luz y de la verdad. Da a conocer. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Amén

 

(14:30 hs. Locución Interior) 

¡Hijos míos predilectos! Seguidme con toda confianza. No os turbéis por las dificultades que tenéis en el camino: están dispuestas por mi Corazón de Madre para cada uno de vosotros. 

Hijos míos, después de cada dificultad, veo crecer cada vez más en vosotros la verdadera vida de Jesús. Es esto lo que tanto consuela a mi Corazón Inmaculado. 

¡Hijos míos! Deseo también de vosotros la pequeñez, la humildad, el ocultamiento, el silencio y la confianza. Recorred conmigo el camino que os llevará a la Verdad eterna. El camino que os indico y por el que os conduzco. Dejaos guiar con docilidad y abandono filial. Estoy aquí y hoy os miro a todos con estos ojos misericordiosos. Os encierro en mi Corazón Inmaculado que no deja de latir por cada uno de vosotros. 

Hija, mi Cuerpo glorioso es para vosotros el signo de mi completa victoria. La gracia y el amor ya iluminan mi Cuerpo glorioso infinitamente asociado en la gloria, al de mi muy Amado Hijo Jesús. 

Corred tras la espera de mi luz inmaculada. Dejaos atraer por el suavísimo perfume de mi Cuerpo glorioso. Gloria al Padre Eterno. Amén.

09 de septiembre de 2010

(8:30 hs. Locución Interior) 

¡Hijos míos muy amados! Aquí estoy y deseo ser escuchada por vosotros, para ser escuchada por mis hijos más pequeños. Estoy aquí, en mi Morada, y pido y mando que no sólo sea escuchada, sino que se practique lo que tanto desea mi Corazón Inmaculado. 

Necesito sacerdotes que practiquen su ministerio sacerdotal en el lugar que he elegido como mi Morada. No demores, hijo mío, en complacer a ésta vuestra Madre que está hablando desde hace tiempo y que desea ser escuchada también por ti.

Lucas 11,28 

“Él dijo: Más bien dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan.”

Mateo 7,26 

“El que escucha estas palabras y no las pone por obra, será semejante al necio, que edificó su casa sobre arena.”   

Da a conocer al Vicario de mi muy Amado Hijo Jesucristo. No tardes, mi querida Hija.

Gloria al Padre Todopoderoso.

10 de septiembre de 2010

(07:30 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos! Cuán gratas me han sido vuestras oraciones y sufrimientos ofrecidos para reparación del gran ultraje horrible y blasfemias. 

Hijos míos, ¿cómo se ha podido llegar a tanto? 

Hijos míos, sacerdotes reunidos en mi movimiento: vosotros debéis formar una fortísima barrera junto al Papa. Debéis propagar su voz. Tenéis que defenderlo. Le tocará a Él llevar la cruz en medio de la más grande tempestad de Satanás. Es por eso que he elegido este lugar y al Movimiento Sacerdotal Mariano. 

En estos mis hijos predilectos he puesto mi confianza para ser escuchada. 

El mundo, con la cizaña del enemigo, me ha apartado de muchos de mis hijos predilectos. Pero hoy os digo: aquí estoy para ser escuchada y Yo los acogeré, los recibiré, los bendeciré y los custodiaré en este lugar, lugar de mi Morada. 

Venid, venid, venid y ayudadme a guiar a vuestros hermanos al rebaño del Señor. Os llamo a todos y deseo ser respondida. Estad listos para ser usados por Mí en defensa de mi Hijo, del Evangelio y de la Iglesia. Seréis la luz encendida en medio de las tinieblas, que en este momento están en el mundo. 

Hijos míos rezad, rezad mucho para ser guiados al camino de la Verdad. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

 

(14:30 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos! Soy vuestra Madre dulce y misericordiosa. Estoy aquí porque quiero imprimir mi imagen en el corazón y en la vida de cada uno de vosotros. 

Con vuestra oración, vuestros sufrimientos y con vuestra personal inmolación, llevaré a cabo mi designio. Tengo un gran designio sobre vosotros. Responded todos con generosidad por medio de Jesús. El don del Espíritu Santo transformará vuestros corazones, convirtiéndoos en los apóstoles de estos últimos tiempos. Hijos míos, en estos últimos tiempos debe ser más fuerte la oración, más intensa esta comunión de vida con todos vuestros hermanos. Debe ser más vívida la comunión, porque es una sola la Iglesia en la que mi Hijo vive, reina y es glorificado por sus hermanos que aún luchan y sufren, y también por los que gozan de la beatitud eterna. 

 

Hija, quédate tranquila. Nada puede oponerse a mi Voluntad, a pesar de las murmuraciones y la aversión de los hombres. Mi Voluntad se cumplirá en ti en toda su plenitud porque así lo desea mi Corazón Inmaculado. Mi Corazón es contenido por ti cuando sufre por la infidelidad de las almas elegidas. Me dolería menos si no hubieran experimentado la bondad de mi Corazón. 

¡Cuánto me hace sufrir la desconfianza de mis hijos predilectos! No se conocen a sí mismos. ¿Cómo pueden emitir un juicio si no conocen ni reconocen mi llamado? 

Da a conocer a tu director espiritual.

11 de septiembre de 2010

¡Hijos míos todos! No os abisméis en vuestras miserias, sois demasiados débiles. 

Mirad bien mi Corazón lleno de bondad. Absorbed mis sentimientos y procurad la dulzura y la humildad de este Corazón que os ama y desea derramar abundantes gracias a todos los que lleguen a este lugar, lugar de mi Morada. 

Hijos míos: me agradáis siempre con la humildad. Os digo que la mayor miseria no me impide unirme a las almas. Pero también os digo que donde está la soberbia no estoy Yo, ni puedo llegar. Tened en cuenta que debéis apartaros de la soberbia para poder llegar a Mí y Yo a vosotros. 

Gloria al Padre Celestial.

12 de septiembre de 2010

(Locución Interior) 

¡Hijos míos! Dirigid la mirada hoy a vuestra Madre Celestial. 

Os invito a rezar el Santo Rosario en el lugar de mi Morada para obtener el gran don de la paz en el mundo. Hijos míos, vivid en gracia de Dios, vivid la paz del corazón. 

Os pido a todos vivir en una verdadera comunión y fraternidad de amor recíproco, sin distinción de raza, de lengua, de nación. Todos sois hijos de Dios, redimidos por Jesús, confiados a mi maternidad espiritual; por lo tanto, debéis vivir todos como verdaderos hermanos. Llegará a vosotros la paz tan sólo por el camino de una fraternidad verdaderamente vivida. 

Hijos míos, sabed que la paz hoy se ve más amenazada.

13 de septiembre de 2010

(07:30 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos! Con mi obra deseo ayudar a todos a superar conmigo los momentos actuales de sufrimiento y por eso invito a mis hijos predilectos, a los religiosos y a los fieles, a consagrarse a mi Corazón Inmaculado y a la fidelidad al Papa y a la Iglesia. 

Hijos míos, debido a esta crisis que el mundo está pasando, se ve que órdenes y congregaciones religiosas -antes florecientes- hoy están atravesando momentos de particulares dificultades. Deseo ayudar a todos a superar conmigo, a desarrollarse según la propia función y su particular fisonomía, comunicando a todos, mayor vigor y belleza, para que realmente sea ayuda para alcanzar la santidad. Lo que más anhelo de mis hijos, especialmente de mis hijos predilectos. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén. Da a conocer.

 

(14:15 hs. Locución interior) 

Venid, hijos míos predilectos al lugar de mi Morada, camino que yo os trazo para conduciros al templo del Señor, para que podáis cantar su amor y su gloria. 

Mi palabra es un manantial de gracia que hago fluir sobre vosotros para abrir de par en par vuestras almas a un nuevo esplendor de belleza y de santidad. Este pedido es para purificaros hasta de las más pequeñas manchas del pecado, porque os quiero bellos, puros y luminosos. Abiertos al don divino de la gracia que estoy ansiosa de derramar en cada uno que llegue al lugar de mi Morada. Deseo que seáis testimonio de verdadera devoción hacia Mí. Cuanto más Yo, vuestra Madre, resplandezca en la vida de la Iglesia, tanto más se alejarán de ella las tinieblas del error y de la infidelidad. Mas os digo que en los momentos de mayor peligro, yo estaré y yo seré vuestra defensa y vuestra protección. 

Hijos míos, muchos males serán evitados por vuestra respuesta. 

Consagrados a mi Corazón Inmaculado. 

Desde mi Morada os invito a caminar conmigo. Aquí estoy esperando todos mis hijos. No demoréis en responder a mi llamado. 

Gloria al Padre Celestial. Amén. Dad a conocer.

14 de septiembre de 2010

(07:30 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos predilectos! Os estoy llamando a imitar a mi muy Amado Hijo en todo. Porque sois sus ministros, imitadlo también en su total confianza y entrega a esta vuestra Madre Celestial que os está hablando. 

Pido que os ofrezcáis a Mí con vuestra consagración. 

Hijos míos, hoy esto es indispensable para toda mi Iglesia, que debe ser curada de la infidelidad y de la apostasía. Debe volver a ser renovada en santidad y esplendor. 

Hijos míos, si me dejáis obrar en vosotros con docilidad, quiero curarla a través de vosotros. Hoy, una vez más, con acongojada súplica os pido a todos que os consagréis a mi Corazón Inmaculado para haceros crecer en el designio de Dios. Amén. Dad a conocer. 

Hijos míos, hoy estoy necesitada de vuestra ayuda. ¿No sentís cómo os llamo, os congrego y os imploro con signos que se vuelven numerosos y grandiosos: mis lágrimas, mis apariciones, mis mensajes? Si no queréis escucharme, seréis destruidos y aniquilados por el fuego del egoísmo desenfrenado y por el odio, que os arrojará los unos contra los otros.

16 de septiembre de 2010

(Locución interior) 

¡Hijos míos! Rezad incesantemente. Que nada os perturbe en el corazón. 

Pido que mis sacerdotes encomienden a mis hijos, incluyendo a los pecadores más empedernidos, en esta oración que os pido con tanto amor: recibirán la gracia de mi misericordia. 

Hijos míos predilectos, acompañad y sed ejemplo en la oración. Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en este mi llamado de misericordia, que os estoy haciendo. No demoréis, que estoy esperando ser correspondida. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Dad a conocer.

18 de septiembre de 2010

Hija mía: no tengas miedo de nada. Todos los adversarios quedarán postrados a mis pies porque soy la Madre de Dios, la Inmaculada Concepción, que ha elegido este lugar como mi Morada bajo la advocación: Nuestra Señora de los Milagros. 

Hija, no demoréis en dar a conocer lo que os doy a conocer a través de mis mensajes. Deseo que sean difundidos por todo el mundo. Da a conocer. Gloria al Padre Todopoderoso. 

¡Hijos míos! Hoy os invito a mirarme como a vuestra Madre en el gozo. Misterio de mi Maternidad que cada uno debe encontrar en la fuente de vuestra confianza y de la esperanza. Estoy aquí porque toda mi Iglesia sufrirá más intensas y dolorosas horas de purificación. Estoy para ayudarla y para confortarla, porque cuanto más sufra, más sentirá mi ayuda y mi extraordinaria Presencia y la gran misericordia del Padre celestial. 

Mi Corazón Inmaculado tiene un gran designio sobre vosotros que se está realizando en este tiempo. Dejaos guiar y de ese modo difundiréis mi luz y contribuiréis incesantemente al triunfo de mi amor maternal en el alma y vida de cada uno de mis hijos que llegue al lugar de mi Morada. 

Dad a conocer. Gloria al Padre Eterno.

 

 

¡Hijos míos! Deseo mucha oración. Deseo que seáis todos dóciles a mi voz. 

Tengo mucha prisa: los tiempos decisivos han llegado. Pido y mando que no pongáis obstáculos o palabras que hagan dudar a mis hijos o los confundan. Sed claros con vuestras palabras y no neguéis a mis hijos más pequeños que vengan al lugar donde Yo estoy esperándolos para manifestarles Mi amor y llevarlos a la Verdad. Es tiempo que defendáis Mi obra. 

Dad a conocer que soy Yo, vuestra Madre Celestial, la que os llama a la oración y al encuentro con Jesús, mi Amadísimo Hijo. 

Gloria al Padre Celestial.

 

19 de septiembre de 2010

No tengo palabras para explicar esto o estas imágenes.

“ABBA” 

Marcos 14, 36.39

  1. 36. “Y decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.»” 39. “Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras.”  

Números 11,23

“Yahvé replicó a Moisés: “¿Acaso se ha acortado el brazo de Yahvé? Ya verás si es o no es como te he dicho.”

 

(Locución interior) 

Cada santuario mariano es un imán que atrae las bendiciones de Dios y cada altar de la Santísima Virgen es un refugio adonde están llamados los pecadores a encontrarse con toda seguridad con el remedio para los males de su alma. 

Los Misterios del Santo Rosario son escaleras para subir al cielo. No dejéis de rezarlo. 

Para renovar al mundo estoy aquí, para atraer a la devoción a mi Inmaculado Corazón. Dad a conocer. 

Leed el capítulo VIII del Concilio Vaticano acerca de Mí, Vuestra Madre. Amén.

20 de septiembre de 2010

Cuanto ocurre en este país, es un signo para toda la Iglesia. 

Si hubiera sido aceptada la invitación que he dirigido desde Fátima y ahora aquí, de consagrarse a mi Corazón Inmaculado, Yo, vuestra Madre que hace tiempo que os estoy llamando, hubiera obtenido para el mundo la paz y la Iglesia hubiera obtenido gran santificación, pero todo es cada vez más difícil. El mundo está sin oír mi llamado y la Iglesia está viviendo un período de gran desolación. 

Es por eso, hijos míos predilectos, que llamo a todos a consagrarse al Corazón Inmaculado y de este modo dar la posibilidad de intervenir para conducir la Iglesia a un gran esplendor y preparar a mis hijos del mundo para el advenimiento del Reino de mi Hijo Jesucristo.

 

(14:30 hs.) 

Bendeciré a todos los sacerdotes esparcidos en todo el mundo que hayan respondido y respondan con su sí a mi invitación, a este mi llamado desde este lugar que el mismo Padre Celestial ha dispuesto como mi Morada. De este modo entrarán a formar parte de mi designio de amor. 

No temáis y sed valientes en dar a conocer lo que esta Madre pide y manda. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Da a conocer.

20 de septiembre de 2010

Cuanto ocurre en este país, es un signo para toda la Iglesia. 

Si hubiera sido aceptada la invitación que he dirigido desde Fátima y ahora aquí, de consagrarse a mi Corazón Inmaculado, Yo, vuestra Madre que hace tiempo que os estoy llamando, hubiera obtenido para el mundo la paz y la Iglesia hubiera obtenido gran santificación, pero todo es cada vez más difícil. El mundo está sin oír mi llamado y la Iglesia está viviendo un período de gran desolación. 

Es por eso, hijos míos predilectos, que llamo a todos a consagrarse al Corazón Inmaculado y de este modo dar la posibilidad de intervenir para conducir la Iglesia a un gran esplendor y preparar a mis hijos del mundo para el advenimiento del Reino de mi Hijo Jesucristo.

 

(14:30 hs.) 

Bendeciré a todos los sacerdotes esparcidos en todo el mundo que hayan respondido y respondan con su sí a mi invitación, a este mi llamado desde este lugar que el mismo Padre Celestial ha dispuesto como mi Morada. De este modo entrarán a formar parte de mi designio de amor. 

No temáis y sed valientes en dar a conocer lo que esta Madre pide y manda. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Da a conocer.

21 de septiembre de 2010

(07:00 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos! Cuán grande es el amor y el dolor de mi Corazón Inmaculado. 

Ansiosa estoy en penetrar con mi luz en vuestras vidas, alma, corazón, en vuestra existencia. 

Hijos míos, cuántas dificultades tenéis que superar. 

Hijos míos, aceptad como un don vuestra fragilidad. El camino por el que os quiero conducir es el del ocultamiento y el de la humildad. Caminad con perfecta confianza hacia vuestra Madre Celestial. Junto a Mí no tendréis ninguna desilusión. Yo vendaré vuestras heridas y las curaré, y recibiréis nuevas fuerzas y nuevos impulsos para seguir por el camino por el que Yo os conduciré. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Da a conocer.

 

(10.30 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos! Os quiero mostrar un nuevo cielo y una nueva tierra, donde la Santísima Trinidad sea amada y glorificada. 

Que los hombres puedan vivir juntos en una sola y gran familia, donde sean curadas totalmente las llagas del egoísmo y del odio, de la impureza y de la injusticia. 

Una Iglesia renovada por la fuerza irresistible del don del Espíritu Santo, de su divina acción, que endereza lo que está torcido, flexibiliza lo que está rígido, sana lo que está herido, abre lo que está cerrado. 

Anunciad la verdad resplandeciente de mi santidad. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

 

(14:30 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos! Estoy aquí para ser escuchada con el ansia y la preocupación de una Madre que ve cuán grande es el peligro que corréis. Os invito a retornar a Dios Padre, que os espera a todos para daros su perdón y su amor misericordioso. 

Hijos míos predilectos: mirad. Mirad con cuántos signos acompaño a este mi pedido que ahora estoy realizando aquí en mi Morada. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Dad a conocer.

22 de septiembre de 2010

¡Hijo míos predilectos! Escuchad a esta vuestra Madre y haced valer mis derechos. Esta es la hora de mi batalla con mi adversario. Con vosotros ya he empezado a tocar a mi adversario y Yo obtengo ahora el más grande triunfo haciéndose visible a todos. En mis acciones maternales resplandecerá todo el amor del Padre Celestial que desea volver a hacer correr por el mundo los ríos de su misericordioso amor. 

Hijos míos todos, ha llegado el momento en que el mundo será renovado en el Espíritu Santo, que quiere atraer a todos al Corazón Divino del Hijo, y que finalmente resplandecerá en el mundo: su reino de amor, de gracia, de justicia y de paz. 

Rezad. Rezad más, cuántas son las almas que van al infierno porque no se acepta lo que pido y mando: oración, penitencia. 

Hijos míos, el pecado se difunde y no es reparado. Los errores son fácilmente aceptados y seguidos. ¡Y Yo, que soy vuestra Madre os hablo y no soy escuchada! 

Hijos míos, si me escucháis y aceptáis mi llamado, la Iglesia y el mundo podrán alcanzar un gran esplendor que hasta ahora no han conocido y para que pueda resplandecer, el Padre ha confiado la preparación de esta renovación a mi acción maternal. 

Hijos míos predilectos: estoy aquí en el lugar de mi Morada. No demoréis en llegar al encuentro de esta Madre que os ama y desea ser escuchada. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Dad a conocer.

23 de septiembre de 2010

(07:30 hs.) 

Hija mía: iniciarás este nuevo año conmigo en oración y entrega total a mi voluntad. La mayoría de las veces vacía y ofrecida en la gran dignidad de criatura amada y redimida por mi Hijo. 

Hija mía, grandes acontecimientos os esperan, por eso os quiero orando conmigo. 

Mi Movimiento tendrá un desarrollo inesperado. 

Hija mía, tu confianza bastará para que puedas crecer y fiarte aún más en mi Corazón Inmaculado. 

Da a conocer a tu Director Espiritual.

 

(10:30 hs.) 

¡Hijos míos! Debéis ser los consoladores de mi Corazón Inmaculado. Debéis vivir en todo momento fuera de vosotros mismos. Si me amáis, si creéis todo lo mío, si deseáis ser mis consoladores, debéis escuchar mi voz y haced valer mis derechos. Os daré la dimensión de mi Corazón. Siendo mi deseo, debe ser también tu deseo. 

Hijos míos, ¡cuántas espinas afligen a este mi Corazón! Las almas de mis hijos predilectos se alejan de mi Corazón y de mi Hijo Amado. Las almas de los fieles que antes eran buenas y generosas, arrastradas por la confusión general, se tornan almas temerosas, inseguras, paralizadas, expuestas nuevamente a condenarse. 

Hijos míos, mi Corazón está cada día más dolido por mis hijos predilectos que, junto a Judas, cada día traicionan a su Iglesia. Son muchos los vacilantes, los infieles, los duros de corazón. Celebran la Santa Misa y siguen administrando los sacramentos y ya no creen. Sus sacrilegios son muy graves y han alcanzado el límite que no se supera sin que sea vilipendiada la justicia de Dios. 

Da a conocer a tu Director Espiritual

 

(14:30 hs.) 

¡Hijos míos! Vengo desde el Cielo para indicaros el camino a seguir, el de la oración y la penitencia. 

La Iglesia debe abrirse a la acción del Espíritu Santo. Hoy son tantas las tinieblas que parecen invadir a la Santa Iglesia. Es por eso que estoy aquí hablando a mis hijos y al mundo para reunirlos desde todas partes del mundo. 

También a mis hijos predilectos estoy llamando, para que el Espíritu Santo los transforme y los prepare para cumplir lo que hoy es el gran designio del Padre. 

Hijos míos predilectos, os llamo desde lo más profundo de mi Corazón Inmaculado a ser castos de mente, de corazón y de cuerpo, para recibir la virtud de la fe, de la esperanza y de la caridad, para gozar de la luz de la vida de Dios Padre. 

Gloria del Padre Todopoderoso.

24 de septiembre de 2010

(14:30 hs.) 

¡Hijos míos! Quiero ofrecer a la Iglesia una válida ayuda para que supere la dolorosa crisis de purificación que está viviendo en estos momentos. 

Hijos míos, no os neguéis a escuchar este llamado que puede ser fácilmente escuchado y acogido por todos mis hijos para la gran purificación de toda la Iglesia. 

Gloria al Padre, al Hijo y el Espíritu Santo. Dad a conocer.

¡Hijos míos predilectos! Sentiréis en vuestros corazones la voz suave y el triste lamento de esta vuestra Madre Celestial y veréis mis lágrimas descender de mis ojos misericordiosos. 

En mi Corazón de Madre sentiréis latir el corazón de toda la Iglesia que está siendo tan pisoteada por su adversario y traicionada por tantos de sus hijos. En mi Corazón Inmaculado se refleja ahora la preocupación, el ansia y el extravío de muchos de mis hijos. 

Rezad, rezad, para que los corazones de todos mis hijos se abran y puedan escuchar la voz de esta vuestra Madre. Abrid todos de par en par las puertas a mi Amado Hijo Jesús. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Dad a conocer.



25 de septiembre de 2010

(10:30 hs. Locución interior) 

Mirad en este día a vuestra Madre Inmaculada. 

En mi Corazón maternal, vuestros sufrimientos y vuestras oraciones en cada instante son ofrecidos por Mí a la justicia de Dios Padre en señal de reparación y de imploración por todos. Abro sobre este mundo extraviado el camino de vuestro retorno al Padre de la salvación. 

Hijos míos todos y predilectos, os invito al lugar que he elegido como mi Morada a pasar de rodillas en la oración y reparando. Se está por abrir sobre el mundo la gran hora de la justicia y de la misericordia divina. ¡Escuchadme, escuchadme! No dejéis pasar más tiempo en dar a conocer lo que Yo, vuestra Madre, pide y manda. Dad a conocer mis mensajes todos. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

26 de septiembre de 2010

(07:30 hs.) 

¡Hijos míos! Las grandes obras del Padre aparecen a veces en toda su grandeza, otras se manifiestan poco a poco. Mi resplandor maternal da suave luz y alumbra las almas que llegan donde Yo deseo manifestar mi Corazón Inmaculado para hacerles sentir el fuego del Amor Misericordioso del Padre y del Hijo. 

¡Hijos míos! Grandes obras deseo construir en vuestros corazones: la humildad, la caridad, la obediencia y la castidad en mis hijos predilectos, y en todos los que se consagren a mi Corazón Inmaculado. 

Aquí estoy llamando ahora en este tiempo de tantas tinieblas para mi Iglesia. 

Venid, venid al lugar donde estoy morando. No demoréis. Dad a conocer. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 

Hijos míos, os invito al encuentro del Señor. ¡Estaremos para siempre con mi Hijo!  

Para aquellos que, durante el curso de este llamado no han entrado voluntariamente en el Reino, el fin de la historia significará la derrota, el alejamiento eterno del Rostro de Cristo. 

 

27 de septiembre de 2010

(07:30 hs.) 

¡Hijos míos, amados míos! Nadie se detenga jamás. Nadie dé un paso atrás para que la oración dé frutos en cada uno de vosotros. Sed firmes en lo que tanto desea esta Madre que os llama a la oración y a la penitencia para la redención del mundo. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Dad a conocer.

 

(Más tarde) ¡Hijos míos! Todos los que alcen los ojos hacia mí se encontrarán con la Madre que os llama. 

Mi Corazón Inmaculado anhela ser depositario del amor de los hombres predestinados por el Padre Celestial. 

Hijos míos, donde hay fragilidad, desolación y pobreza, ahí está mi Corazón Inmaculado. Es por eso que aquí estoy manifestándome con todo mi amor maternal. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Dad a conocer. 

Hijos míos aquí estoy para ofreceros mi Corazón, para que os alberguéis en él, deseando que mis hijos vivan de Dios y para Dios. La Fe que estáis logrando fortalecer no se debilite ni se confunda. No os dejéis tentar por las cizañas de mi adversario. 

Desde aquí, lugar en que hoy estoy morando, invito al mundo a buscar la fuente vivificadora, fuente de la paz y de la gracia. Os acunaré en mi regazo. Entibiaré los corazones aún fríos por la distancia que sólo vosotros os imponéis. Mi llamado es apremiante. Valoradlo, porque la gloria del Padre Celestial la conseguiréis demostrando gran empeño en conseguirlo, a la luz del Padre. Sólo buscándola la veréis. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Dad a conocer.

29 de septiembre de 2010

¡Oídme! Con todo mi amor de Madre os los pido. ¡Hijos! En medio de vosotros está Dios y no lo veis. Está pidiendo amor y no lo dais. Qué misericordioso es Dios Padre que no se cansa de pediros vuestra conversión. ¡Os quiere salvar! 

Hijos, no pretendáis agradar al Padre si no cumplís con Él. 

Preparad vuestros corazones para poder merecerlo.

30 de septiembre de 2010

(07:30 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos! A todos os digo que estoy aquí. He elegido este lugar como mi Morada definitiva. 

¡Venid, venid! El Señor ha extendido su mano hacia vosotros. Os quiere liberar y dar un refugio seguro. 

Hijos míos, es tan grande el amor del Padre Celestial que la mayoría no lo entiende. Y Yo, vuestra Madre Celestial, sufro por esto. 

¡Venid, venid! Dejad que Yo os acerque a Él y Él derrame su amor en vuestros corazones y os aseguro que os sentiréis fortalecidos. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Dad a conocer.

 

(14:00 hs. Locución interior) 

¡Hijos míos! Os invito nuevamente con el amor de esta Madre que os habla desde lo más profundo de su Corazón Inmaculado. 

Hijos míos, os indico que el designio de la justicia de Dios siempre puede ser cambiado por la fuerza de su amor misericordioso en cada momento. También puede ser cambiado por la fuerza de vuestra oración y de vuestra penitencia reparadora.

02 de octubre de 2010

Da a conocer a mis hijos predilectos y al Vicario de muy Amado Hijo Jesucristo. 

¡Oh hijos! En estos últimos tiempos, éste mi Corazón está siempre circundado por una corona de espinas que se han vuelto agudas y dolorosas. 

Hijos míos, mi Corazón maternal está continuamente traspasado por las blasfemias cometidas, los ultrajes y demás sufrimientos que vosotros podéis reparar. Ahora os estoy dando verdaderamente la dimensión de mi Corazón y cada instante de vuestra existencia será preparada por Mí, para que Yo, vuestra Madre, a través de vosotros, me pueda manifestar cada vez más al mundo. 

Escuchadme. Escuchadme que estoy aquí llamando a todos mis hijos a mi Morada. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 

Hijos míos todos: venid en procesión. Deseo y pido que todos mis hijos caminen juntos unidos en el amor y la oración. 

Hijos predilectos: soy la Madre de todos y quiero formaros juntos en la oración, en la penitencia y en el mutuo amor recíproco. Es necesario dar este testimonio de caridad eclesial que os une a todos al amor maternal. 

Gloria al Padre Todopoderoso.



04 de octubre de 2010

No temas, mi amada hija. Te tendrás que acostumbrar a ver cosas cada vez más grandes. Mi Corazón Inmaculado es fuente inagotable de misericordia y de perdón y no puedo contener la superabundancia de este fuego. Dios Padre pronto pondrá en marcha en el mundo torrentes de perdón y de gran misericordia. Es por eso que aquí estoy llamando a todos mis hijos. 

Dad a conocer. Gloria al Padre Todopoderoso. 

¡Hijos míos, amados míos, pequeños míos! Aquí está vuestra Madre Celestial. Os hablo para bien de vuestras almas y mediante estos mensajes os pido me conozcáis y sepáis de mi amor maternal. Gloria al Padre Todopoderoso. 

Hijos míos, os he enseñado un camino. Os he mostrado un camino que para muchos era inaccesible. No temáis quedar solos porque nunca os dejaré solos. Estoy siempre atenta al llamado de todos mis hijos. Quiero despertar en ellos el amor a Dios y sacarlos de esa fuerza subyugante que a muchos arrastra a la perdición. Dad a conocer. 

A mis hijos predilectos: vosotros estáis en el mundo, pero no sois del mundo. Hijos amados míos: no os avergoncéis de dar testimonio. Os quiero, y os pido que llevéis siempre vuestro hábito eclesiástico para que se vea que sois sacerdotes del Padre Celestial y mis hijos predilectos. Mucho dolor causa a mi Corazón Inmaculado el ver que muchos sacerdotes y obispos visten completamente como a ellos les agrada o queda cómodo, desobedeciendo las leyes que la Iglesia ha establecido para vosotros. Actualmente en gran parte de la Iglesia está desapareciendo este hábito que es tan necesario para que las almas no teman acercarse a buscar ayuda. No os saquéis el hábito eclesiástico. 

Dad a conocer. Gloria al Padre Todopoderoso.

06 de octubre de 2010

¡Hijos míos! Mi Corazón Inmaculado quiere que vuestras almas vivan por los siglos de los siglos. En realidad, es precioso este tiempo, no debe ser desperdiciado. Aprovechadlo. El Padre Eterno está ofreciendo su amor misericordioso. Escuchadle a través de esta Madre que os llevará a Él. Gloria al Padre. 

Hijos míos predilectos, la tierra está contaminada a causa de mi adversario. Os pido desde hoy que sea limpia. 

Hijos míos, esto requiere actitudes honestas, pureza de corazón y entrega al Señor y a esta vuestra Madre que os habla y desea que sus hijos predilectos ayuden a limpiar la tierra con su servicio sacerdotal. 

En mi Corazón es donde mi muy Amado Hijo Jesús quiere ver a los hombres purificados. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

07 de octubre de 2010

(14 hs.) 

¡Hijos amados míos! Os he indicado un refugio para estar recogidos, protegidos y fortalecidos. Os he invitado para la conversión interior de vuestras vidas. Os he indicado el camino a recorrer: el de la oración y la penitencia uniéndose a mi Corazón Inmaculado. 

Os anuncio que Yo misma intervengo como la Señora vestida de sol y llevaré a cumplimiento el triunfo de mi Corazón Inmaculado que ya he anunciado y os pediré sufrimientos también en mi Corazón Inmaculado. Seréis llamados también a gozar de la profunda alegría de mi amor maternal. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

 

(14:30 hs.) 

Hijos míos predilectos, custodiad a mi muy Amado Hijo Jesús, presente en la Eucaristía con su Cuerpo, su Sangre, su Alma, su Divinidad. Resplandecerá particularmente el triunfo de la Eucaristía porque volverá a ser el corazón y el centro de toda la vida de la Iglesia. Os pido que se custodie su Cuerpo Divino. Sed cuidadosos con Él. 

Recibidle bien, porque cada uno de vosotros sois su templo, su casa que ha sido construida sobre todo para que pueda resplandecer en medio de vosotros su divina presencia. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Da a conocer.

08 de octubre de 2010

(07:30 hs.)

 ¡Hijos míos! Os invito a huir del pecado, a orar con el Santo Rosario, a recogeros en cenáculos de oración incesante, hechos conmigo y por medio de mí, vuestra Madre, que os hace esta invitación nuevamente. También a estar unidos al Papa, a caminar por la vida de gracia. 

Hijos míos, estáis en los umbrales de acontecimientos graves y dolorosos para la Iglesia y para la humanidad. Estoy aquí y os invito a todos a poneros bajo las órdenes de vuestra Madre y Celestial Conductora, para que así pueda resplandecer en cada uno de vosotros la purísima luz de la gracia divina y de la santidad. Gloria al Padre Todopoderoso. 

Hijos míos, perseverad en la oración y la confianza. Se requiere un gran silencio para comprender el arcano designio del Padre que os anuncia su cercano retorno. Abrid vuestros corazones y escuchad el llamado que os hace a través de Mí, vuestra Madre Celestial. Gloria al Padre Todopoderoso. 

Hija, da a conocer a tu Director Espiritual. He establecido para ti que haya un testimonio doloroso, tiempos de purificación y de prueba cruenta. Hija, esto es necesario para la purificación de muchos de mis hijos y para purificar la Iglesia de la lacra de la apostasía y de la infidelidad. 

Dentro de poco, hija, comenzaréis a comprender todo lo que desde hace años os estoy comunicando. Entonces, todos mis hijos comprenderán que me he manifestado a Ti para ser Yo escuchada, y anunciar la nueva estación del triunfo de mi Corazón Inmaculado. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

09 de octubre de 2010

(14:30 hs.) 

Dice Jesús: Hija, no temas. Os doy a conocer cuantas cosas están contaminadas por el pecado que quiere recubrir hasta el altar. ¡Cuán atroz es mi dolor! Los sacrilegios aumentan y la copa de la Justicia Divina ya está colmada. Mi Divinidad, mi Sangre aún pueden lavar toda mancha; con ella será purificada mi Iglesia. Dejaos conducir por Mí con extremo abandono. 

Hija: lo que manifiesto en ti es para mayor gloria de mi Padre y la Mía. 

Hija, porque eres nada y todo en mi Voluntad te digo: no temas.

10 de octubre de 2010

¡Hijos míos, amados míos predilectos! En este llamado que os hago, os pido que llevéis siempre el hábito eclesiástico, disciplina vigente de la Iglesia. No os angustie el decir de los demás. Pocos son. Y pocos los que os consideran como retrógrados y de otro tiempo. 

Hijos míos, el hábito es ejemplo, y muy significativo. La indisciplina, la desobediencia, la intolerancia hacia esta norma se extiende entre los sacerdotes, quienes son siempre los hijos de mi maternal predilección. Gloria al Padre Todopoderoso. 

 

11 de octubre de 2010

No temas hija. En este día te encuentras para hacer el cenáculo con mis hijos predilectos de esta tierra. Aquí verás a la Iglesia muy humillada y herida, y a la vez un gran número de mis pobres hijos que se encuentran extraviados y desorientados. 

Hija, comienza el gran desafío por parte de mi adversario. Pero desde aquí Yo he comenzado mi acción irresistible. Hija, con la humildad será derrotada la soberbia que hay en el corazón de algunos de mis hijos predilectos de esta diócesis. También con la docilidad será domada toda rebelión. 

También os digo, hijos míos, que sentiréis más fuertemente mi presencia en el lugar de mi Morada. 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 

Hijos míos todos: os llamo con todo mi amor maternal. Es necesaria una gran fuerza de oración, una gran cadena de sufrimientos elevada al Padre en reparación por donde impera el egoísmo y la soberbia de muchos de mis hijos que llevan como víctimas más numerosas a los más inocentes. Son asesinados millones aún en el seno materno a través del delito del aborto. ¿Por qué tanta crueldad? ¿Dónde están mis hijos predilectos que no defienden más a la grey que les ha sido confiada por mi Hijo Jesús? 

Dad a conocer mi gran dolor de Madre que es causado al ver que no defienden a esos inocentes. 

Sed firmes en Mí y defendedlos. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

 

13 de octubre de 2010

¡Hijos míos todos! Yo os iluminaré. Estoy mirando con ojos misericordiosos a mis hijos pecadores. 

Soy vuestra Madre Celestial que os invita para ser protegidos y conducidos al Padre. 

Desde mi cuerpo glorioso reflejo mi luz sobre vuestro cuerpo mortal. Venid a Mí y os consolaré y os conduciré por el camino seguro que os llevará aquí arriba, al paraíso donde alcanzaréis la luz, el gozo del Padre. Soy la Madre de los más pobres entre los pobres, de los más miserables y mi Corazón Inmaculado quiere darles ayuda de la que tienen necesidad. Ayudadme a que los lleve a Jesús y a acoger su Evangelio de salvación. 

Dad a conocer que estoy aquí morando, que mis hijos de todas partes sepan que estoy aquí nuevamente para guiarlos al Padre Celestial. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

20 de octubre de 2010

Aquí estoy junto a mis hijos que sufren. 

Mi Corazón Inmaculado construirá vuestro equilibrio interior porque hoy es necesario que seáis cada vez más prudentes y equilibrados. Equilibrio que dará a todos y a la Iglesia la certeza de la acción que vuestra Madre Celestial ejerce en vosotros. La certeza de encontrarse con sus hijos fieles y sobrios. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Da a conocer.

25 de octubre de 2010

Juan 8,12

“Jesús les habló otra vez diciendo: ‘Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida’.”

1 Pedro 2,12

“Y observéis entre los gentiles una conducta buena, a fin de que, en lo mismo por lo que os afrentan como malhechores, considerando vuestras buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.”

14 de diciembre de 2010

Juan 8,12

“Jesús les habló otra vez diciendo: ‘Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida’.”

1 Pedro 2,12

“Y observéis entre los gentiles una conducta buena, a fin de que, en lo mismo por lo que os afrentan como malhechores, considerando vuestras buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación.”

21 de junio de 2011

Jesús dice: Hija mía, Amada mía: el dolor es Vida, ya que os prepara para la Vida. He aquí entonces porqué siempre el dolor es un don, es una elección que Yo hago. El dolor es el alimento del alma y solamente quien lo ha conocido y vivido vive conmigo unido a mi Redención. 

Hija, un solo cuerpo sois: Mi Cuerpo. Sufrís conmigo y por Mí, por los hermanos, en auxilio del mundo. 

Os he dado esto por amor.

23 de junio de 2011

Jesús dice: Hijos míos, debéis traer vuestra alma hasta Mí, unido al Padre, en la Trinidad. Os la he dado y por ello habéis venido a transitar por la tierra, para probarla y también para salir victoriosos de las pruebas, es decir, para salvaros. 

Yo he venido a la tierra para perdonar a la humanidad y así redimirla. 

Hijos míos, quien perdona es fuerte. Pedidme la fuerza del Amor para amar y perdonar. El perdonar es un acto de caridad más generoso. La Caridad es amor que palpita y de ese modo vive.

24 de junio de 2011

Jesús dice: 

Hija amada mía: observa el mundo, las criaturas, el sol, las auroras, los ocasos, las noches y mira mi Rostro, mi Pasión, mi Cruz. Y mírame resucitado, inundado de luz. 

Mira en tu interior y me encontrarás y me seguirás. Comienza a dar a los demás tu esperanza, tu confianza y el amor que Yo mismo he depositado en ti. Seguirás adelante sin detenerte; la vía que conduce a la Vida no se desvanece en la nada, sino que entra en el mundo maravilloso. 

Da a conocer también a tu director espiritual.

Hija amada mía: nacer en el espíritu significa nacer en la Fe. Así naces de lo Alto, puesto que recibes mi Luz. Mi Viento sopla en los espíritus de aquellos que Yo elijo para que den testimonio de mi Verdad. Soy Yo en la Trinidad. Yo, Jesús, soy quien elijo -en unidad con el Padre y el Espíritu, Uno y Trino- a aquellos que darán testimonio. Si os he escogido, sé por qué. Y no preguntéis: aceptad esta predilección mía. Nada es fácil para vosotros, predilectos, puesto que al daros, os exijo más.

Hijo mío: mando y pido que los mensajes de Mi Santa Madre sean difundidos y dados a quienes corresponda, que no pase más tiempo. Yo os guiaré. No temas, confío en ti. Te he escogido para que, junto a tu hija, deis a conocer lo que tanto desea mi Madre: que sus hijos escuchen su voz y su llamado al lugar que ha elegido como su morada.

 

(Por la tarde) 

Hija mía, te daré un mensaje dado hace ya mucho tiempo y pido que se lo des a tu director espiritual. 

Mi Iglesia, hijos míos predilectos, se ha convertido hoy más que nunca en el blanco del adversario, el cual se enfurece de una forma cada vez más violenta. 

El Vicario de mi Hijo Jesús ha presentido este momento de lucha decisiva y me ha proclamado solemnemente Madre de la Iglesia. Como soy verdadera Madre de Jesús, soy verdadera Madre de la Iglesia, que es su Cuerpo Místico; y como Madre miro hoy con preocupación que pocos son los que me escuchan. Mi Corazón está aún atravesado por una espada, al ver a la Iglesia vapuleada por mi adversario Satanás. 

En verdad se ha introducido en su interior y cosecha sus víctimas entre mis pastores. Ha logrado oscurecer la luz con las tinieblas del error que quiere invadirlo todo. El Vicario de mi Hijo se encuentra a veces como aislado de sus hijos a quienes sin embargo les sigue guiando; y la cruz de este sufrimiento se vuelve de día en día más pesada.

25 de junio de 2011

A mis hijos predilectos: volved, pastores de la Iglesia, a ser como quiere mi Hijo Jesús. Volved a ser celosos, ardientes por la salvación de las almas. Volved a ser severos custodios de la Verdad del Evangelio; volved a seguir a Jesús y no os dejéis seducir ni distraer por el mundo, al que con frecuencia conformáis vuestras vidas.

Hijos míos, el triunfo del Corazón Inmaculado de vuestra Madre se produce en el alma y en la vida de sus hijos fieles, en ellas es el Bien y la Verdad los que triunfan.

Hijos, Mi Iglesia debe abrirse a la acción del Espíritu Santo en la Oración y Penitencia: los Obispos en unión con el Papa. ¡Es tan doloroso lo que sucede hoy! ¡Es tanta la tiniebla que ha invadido este edificio! Por eso Yo, Vuestra Madre, os quiero reunidos desde todas las partes del mundo en el Escuadrón de mis hijos predilectos para que el Espíritu Santo os transforme y os prepare para cumplir hoy el gran designio del Padre.

Hijos míos amados, otra vez este designio está confiado al dolor y al Amor de mi Corazón Inmaculado. Por eso os pido que me escuchéis y hagáis lo que pido. Venid a mí, que os estoy esperando y hablando nuevamente. Os espero en el lugar que he elegido para mi morada. Venid, venid hijos míos que vuestra Madre Celestial os espera. 

Gloria al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo.

26 de junio de 2011

(14:30) 

Jesús dice: 

Cuánto sufre mi Corazón al ver que muchos de mis hijos no saben quién va delante de ellos en el Sacramento de la Eucaristía. Estoy presente con toda mi Divinidad y siento y miro a aquellos hijos míos que solamente me siguen por conveniencias humanas y no por el Amor que Yo os espero de ellos. Estoy aquí en el Sacramento de la Eucaristía y me causa gran dolor el que muchos de mis hijos -también mis predilectos- me llevan sólo como un estandarte. Y no piensan en mi Persona y toda su Divinidad. Dad a conocer.

Verás mis lágrimas de sangre, hija mía, por la falta de honestidad de muchos de mis hijos, por las muchas calamidades que mis hijos causan a mi Corazón Eucarístico. Deseo de mis hijos todos que sepan que estoy en el Sacramento de la Eucaristía con toda mi Divinidad. ¡Cuántos sacrilegios!

 

(Más tarde) 

Dijo la Santísima Virgen: 

Yo soy el ancla que se detiene en este pueblo, que busca a mis hijos más pequeños, más olvidados, más atormentados. Yo estoy aquí para guiarlos al Camino de la Verdad, de la Salvación y de la Vida Eterna. Junto a mí iréis al Padre Celestial. 

No temas: la Madre del Hijo Unigénito del Padre os está hablando. Amén.

 

(En la tarde) 

Hijos míos, soy una Madre que actúa. Arranca de lo más profundo de mi Corazón Inmaculado el deseo de ayudar a todos mis hijos que ahora se encuentran en grandes dificultades. Y deseo ardientemente manifestarme de manera extraordinaria a aquellos que se han extraviado y corren el grave peligro de perderse eternamente. Estoy aquí llamándolos con mi acción maternal: en ella resplandece todo el Amor del Padre, que desea hacer correr por el mundo los ríos de su Amor Misericordioso.

Hijos míos, amados míos, ha llegado el momento en que el desierto del mundo será renovado por el gran Amor Misericordioso del Padre, quien, en el Espíritu Santo, desea atraer a todos al Corazón Divino del Hijo, para que así resplandezca en el mundo el Reino de la Verdad y de la Gracia, del Amor, de la Justicia y de la Paz.

 

(Después) 

Hijos míos predilectos, vosotros sois formados por Mí, para ser apóstoles en este momento, sois por lo tanto los apóstoles de la luz en la hora en que las tinieblas lo recubren todo.

Hijos míos, vivid en la luz, caminad en la luz, difundid la luz que parte de Mí Corazón Inmaculado.

Hijos míos, difundid por todas partes, con fuerza y con coraje, la luz de la Verdad, la luz de la Gracia, la luz de la Santidad que es la luz de Mi Hijo Jesús, que se ha revelado para que lleguéis al Padre en perfecta docilidad a su Espíritu de Amor.

Hijos amados, os estoy llamando a ser cada día los apóstoles y los nuevos mártires de Jesús presente en la Eucaristía Es por eso que debe aumentar vuestra reparación, vuestra adoración, vuestra vida de piedad. 

El Corazón Eucarístico de Jesús hará cosas grandes en cada uno de vosotros, cada vez que al recibirle lo hagáis como Él más lo desea. Sed dóciles: es lo que más le agrada. Y lo que a vosotros más os cuesta. Sed dóciles y humildes al recibirle. Es lo que a menudo no lográis hacer por vergüenza. 

Y Yo, vuestra Madre Celestial, me entristezco viendo que mi Amado Hijo, en la Eucaristía, no sea recibido como Él lo merece y lo desea. Me entristece cuando a tanta buena voluntad correspondéis, en la práctica, con poca docilidad, porque no queréis tomar conciencia de a quién estáis recibiendo. 

¡Qué gozo siento al ver almas que buscan el modo de llegar a Él y, poniéndose de rodillas, hacen un acto de humildad y de reverencia! Amén.

26 de junio de 2011

Buscad en Juan 17,19

“Y yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en la verdad.”      

Os quiero unidos a vuestro Redentor en esta consagración por el mundo y por los hombres, la cual tiene la gran fuerza de obtener el perdón y de procurar la reparación 

¡Hijos míos todos de pueblos y naciones! Os estoy llamando al Camino de la Vida. 

¡Escuchadme, escuchadme! No tardéis en llegar a Vuestra Madre, quien os llama y os espera. 

Gloria al Padre Todopoderoso.                                                                                                                                      

Mateo 28, 19-20

“Id pues; enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”  

¡Hijos míos! Sois la alegría más profunda de Mi Corazón Inmaculado. Vosotros sois la alegría más profunda del Corazón de Mi Hijo Sacramentado; vosotros, los que escucháis mi voz, mi llamado, sois ya parte de mi victoria. Hoy a todos os ilumino, os protejo, os consuelo y os bendigo.

27 de junio de 2011

(08:30 hs.) 

¡Hijos míos amados! Observad: no os dejéis seducir por el pecado. No ofendáis más a Mi Hijo Jesús, que ya es demasiado ofendido. Ya el tiempo que os queda es breve; Mi hora ha llegado y Yo misma intervengo para salvarlos a todos. Mirad mi Corazón Inmaculado y escuchadme. Deseo ser correspondida por todos mis hijos, especialmente, por mis hijos predilectos. 

No temáis: sí, hoy os quiero a todos conmigo sobre el Calvario. Vosotros, los que me escucháis, estáis en mi Corazón de Madre Protectora y aquí también debéis aprender a orar, a sufrir, a callar, a ofrecer. Así os preparo para vuestra sacerdotal inmolación. Os quiero formar del mismo modo que formé a mi Hijo Jesús. Mi Corazón de Madre está llamado a repetir en vosotros lo que hice con mi Hijo. Ésta es la hora de mi gran luz, que Yo os doy de manera extraordinaria para que todos podáis caminar al encuentro de mi Hijo Jesús, Rey del Amor y de Paz, que ya está por llegar. 

¡Gloria al Padre Todopoderoso!

 

(09:30 hs.) 

Dirigid hoy la mirada a vuestra Madre Celestial: si vivís en gracia de Dios, vivís en la paz del Corazón de Jesús. Él os ha llevado a la paz con todos y os ha trazado el camino hacia la verdadera fraternidad. Es por eso que hoy, Yo, con afligida y maternal preocupación os dirijo este mensaje. Escuchadlo y seréis salvados. Difundidlo por todas partes y contribuiréis a preparar para todos días de esperanza y de paz.

¡Hijos míos predilectos! Es Voluntad del Padre que siempre estéis disponibles para todas las necesidades espirituales de vuestro prójimo. No os avergoncéis de dar a todos este público testimonio: os pido que llevéis siempre vuestro hábito eclesiástico para que distingan, por donde quiera que andéis, que sois sacerdotes de Dios y mis hijos predilectos. Muchos sacerdotes -y aún Obispos- visten completamente de paisano, desobedeciendo abiertamente las leyes que la Santa Iglesia ha establecido para vosotros, para que seáis ministros de mi Hijo y no del mundo.

Escuchad al Señor: os pide que volváis a Él. También durante estos años os he dado signos de su invitación a la conversión.     

Yo me vuelvo a vosotros, hijos míos, para invitaros a hacer conmigo una gran cadena de reparación: ofreced todas vuestras oraciones y sufrimientos de cualquier clase, uniéndolos cada día al sacrificio de mi Hijo Jesús. ¡Gloria al Padre Todopoderoso!

 

Jesús dice: 

Hija, la cruz es el querer de mi Padre, que cumplirás bien solamente si en cada momento secundas el designio del Corazón Inmaculado. Llevarás tu cruz y nunca te saldrás del Divino Querer del Padre. 

Las heridas manifestadas en ti son las incomprensiones, las dudas, la perplejidad, los numerosos abandonos de mis hijos predilectos: éstas son las verdaderas llagas del alma. Las experimentarás para así acompañarme y ser semejante a Mí, y así podrás comprender cuánto amo a mis criaturas y cuánta sed tengo de ellas. A ti te las revelo porque son muy pocos los que ven mis penas. Tú Amada mía, subirás al Calvario: es el camino que debes hacer por Mí.

Necesito que mis hijos sacerdotes, obispos y cardenales escuchen mi llamado y no permitan que mi Cuerpo y mi Sangre sigan siendo maltratados. ¡Da a conocer!

30 de junio de 2011

(08:30 hs.) 

Jesús dice: 

Hijos míos predilectos, mi Sagrado Corazón desea que difundáis a todos el mensaje del Corazón Inmaculado de mi Santa Madre. Dad a todos la seguridad de que Yo os he preparado para los días que os esperan. Rezad la oración que agrada a mi Madre, el Santo Rosario -el arma de vuestra victoria- allí donde Ella os espera para conduciros a Mí. Por medio de mi Madre bendeciré a todos los que escuchen su voz. 

01 de julio de 2011

(08:30 hs.) 

Jesús dice: 

Hijos míos predilectos, mi Sagrado Corazón desea que difundáis a todos el mensaje del Corazón Inmaculado de mi Santa Madre. Dad a todos la seguridad de que Yo os he preparado para los días que os esperan. Rezad la oración que agrada a mi Madre, el Santo Rosario -el arma de vuestra victoria- allí donde Ella os espera para conduciros a Mí. Por medio de mi Madre bendeciré a todos los que escuchen su voz. 

02 de julio de 2011

(08:00 hs.) 

¡Hijos amados míos de mi Corazón Inmaculado! Os pido que viváis en todo momento fuera de vosotros mismos, indiferentes a vuestros problemas personales. 

Hijos, ¿me amáis? ¿Sois todos míos? ¿Sois mis consoladores? Os he dado la dimensión de mi Corazón y mi Voz debe ser escuchada, y mis deseos deben ser vuestros deseos. 

Como Madre, deseo que permanezcáis siempre y en todo momento en mi Corazón Inmaculado, confiados en Mí. Yo, Vuestra Madre, quiero sentir vuestra voz anunciando que estoy aquí llamando a mis hijos.

¡Hijos míos todos! Quiero que améis mucho a la Iglesia. Hoy la Iglesia atraviesa momentos de grandes sufrimientos porque es amada cada vez menos. Es por eso que pido a mis hijos predilectos, aquéllos que sé que quieren restablecerla: sed humildes y dóciles. 

Hijos, dejaos guiar por mi Amor, porque con el Amor se vence el mal. 

Mi Corazón Inmaculado está dando fuerzas y derramando Amor para que todos sepan que estoy aquí, siempre junto a vosotros. Dad a conocer.

03 de julio de 2011

¡Hijos míos! Observad conmigo: el mundo se ha convertido en un desierto, y los corazones de muchos de mis hijos se han enfriado. 

Hijos míos, Yo acogeré cada uno de vuestros dolores, como lo hice bajo la Cruz: acogí los dolores de mi muy Amado Hijo Jesucristo. También ahora debo cumplir mi Maternal función de Corredentora para con la Iglesia y reconducir así al Padre a todos los hijos que se han extraviado.

Hijos predilectos, Apóstoles de mi Corazón Inmaculado, tened confianza en vuestra Madre Celestial y no demoréis en dar a conocer lo que tanto desea Vuestra Madre. 

¡Escuchadme, escuchadme! No dejéis pasar más tiempo. 

¡Gloria al Padre Todopoderoso!

04 de julio de 2011

¡Hijos míos todos! Hoy mi Corazón Inmaculado trepida, está angustiado al ver la Iglesia interiormente dividida. Éste es un signo que os indico. Ha llegado para Ella el momento decisivo de su purificación dolorosa. La división interior producida en la Iglesia ha llevado a muchos de mis hijos a separarse de Ella. Es por eso que estoy aquí nuevamente, llamando a mis hijos al retorno a Dios. Mi adversario, con su humo, ha logrado oscurecer la luz de esta Divina prerrogativa.

Hijos míos predilectos: también os llamo a vosotros. Por medio vuestro podré hacer salir a la Iglesia de su dolorosa purificación, para que en Ella pueda manifestar al mundo todo el esplendor de mi Amor y su renovada unidad. Deseo que mis hijos predilectos -obispos, cardenales, sacerdotes- se unan al Santo Padre Benedicto XVI. 

Hijos míos, haced valer mis derechos. 

¡Gloria al Padre Todopoderoso!

 

05 de julio de 2011

¡Hijos amados míos! Yo tengo muchos sacerdotes buenos, a los que vengo preparando desde hace tiempo y escuchan mi llamado. Están esperando ser mandados como una gota de agua en la tierra reseca: acogerán mi invitación y entrarán al lugar que he elegido como mi Morada. 

Hijo mío, escucha tú mi voz y no dejes pasar más tiempo. El adversario está oscureciendo la luz encendida en medio de las tinieblas. ¡Gloria al Padre Todopoderoso! 

Hijos míos todos, es mi Voluntad que sean difundidos todos mis mensajes. 

¡Escuchadme, escuchadme! Mi Corazón Inmaculado os está hablando y llamando. Esta difusión será el medio por el que Yo llame a muchos de mis hijos sacerdotes fieles y de ellos haré mi Escuadrón invencible.

Hijo mío, Apóstol de mi Amado Hijo, tu poca fe, tu poca confianza en Mí, tu Madre, me duele. ¿Qué temes? ¿De qué tienes miedo? ¿A quién le tienes miedo? Hijo mío, abandónate a Mí y anuncia lo que os pido desde hace tiempo, lo que os vengo hablando y quiero y deseo ser correspondida. Hijo, fíate de Mí. Yo os llevaré a todos a gran santidad si todos os confiáis totalmente a Mí, Vuestra Madre Celestial, quien os espera en el lugar que he elegido para que se construya mi Morada, mi Santuario, que será el retorno a Dios Padre Todopoderoso. 

Hijos míos predilectos, los que escucháis mi voz, ¿sabéis lo que significa estar consagrados a Mí? 

Significa vivir por Mí; significa amar y sufrir conmigo por los grandes momentos que os esperan. Dejaos guiar por Mí con mucha Fe, confianza y mucho abandono y así, por medio de vosotros, en este mundo invadido por las tinieblas, volverá a resplandecer la luz del Evangelio. 

Da a conocer, también a tu director espiritual. Amén.

Hijos míos predilectos, están cercanos los tiempos de mi más completa victoria. Quiero que mis hijos sacerdotes estén conmigo. Serán guiados por Mí, serán dóciles a mi mandato, obedientes a mis más ardientes deseos; pero estos mis sacerdotes ahora deben comenzar a actuar. En torno a ellos quiero formar mi Escuadrón invencible. Venid a mi encuentro con vuestras vestiduras eclesiásticas y estolas: así empezaré a fortalecer mi Escuadrón. Sacerdotes fieles junto a laicos fieles en gracia, para recibir al Señor. 

Gloria al Padre Todopoderoso. 

Da a conocer también a tu director espiritual.

06 de julio de 2011

¡Hijos míos predilectos! Sufrís y oráis conmigo y lograréis cada día conducir a muchas almas por el camino que las llevará al Paraíso. Sed vosotros hoy, hijos consagrados a mi Corazón Inmaculado, instrumentos de mi Maternal Misericordia. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Da a conocer.

Os digo: será con estos pobres hijos míos que Yo haré realidad mi gran designio. Es por eso que os pido que cada uno se confíe totalmente y en cada momento a Mí. No tengáis miedo por las dificultades y las incomprensiones que tendréis en el camino. Yo, Vuestra Madre, estaré siempre a vuestro lado. 

Hijos míos, no hay más tiempo para conversaciones y proyectos: este es tiempo de ponerse en práctica y en gran oración. 

Hijos míos, tengo necesidad de vosotros y de vuestra oración para llevar a cabo el gran designio del Triunfo de mi Corazón Inmaculado. Amén. Da a conocer. 

Hoy, esta Vuestra Madre Celestial os espera en el lugar elegido, lugar de mi Morada. Vuestra Madre os consuela, os alienta, os forma, os conduce, os fortalece y os confirma mediante la palabra que os da, a fin de indicaros el camino necesario para vosotros. 

Hijos míos: oíd mi palabra maternal. Sentid el profundo deseo de mi Corazón Inmaculado, acogedlo con delicadeza y humildad.

12 de julio de 2011

Da a conocer. ¡Hijos míos predilectos! Cuánto bien habéis de hacer en todos los rincones del mundo, traduciendo en tantos idiomas, el instrumento que llevará a muchas almas y al corazón de muchos de mis hijos la voz de la Madre celestial. La manifestación de mi designio maternal, la invitación nuevamente al retorno a Dios, la invitación a recogeros a todos en el refugio de mi Corazón Inmaculado.

13 de julio de 2011

¡Hijos míos! Mi luz se difunde en la noche que envuelve al mundo. 

Sois vosotros consagrados a Mí, completamente entregados a Mí para escucharme y seguirme. 

Hijos míos: creced en la oración, en la humildad, en el sufrimiento, en la confianza en esta vuestra Madre, que os está hablando y llamando. 

Escuchadme, escuchadme. Os bendigo a todos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Dad a conocer

14 de julio de 2011

¡Hijos míos! Es necesario que me ponga otra vez en camino para buscar entre los sacerdotes a los que son fieles, a los que me escuchan, a los que me aman. Por medio de ellos volveré a resplandecer más luminosa en la Iglesia, después de la gran purificación. Sólo Yo, la Madre, tiene de Jesús el poder de reconducir a casa a sus hijos que se han extraviado.

Hijos míos: tengo necesidad de sacerdotes humildes y valientes, dispuestos a dejarse escarnecer, a dejarse despreciar por Mí. Será con estos sacerdotes que Yo formaré el escuadrón que me permitirá llevar hasta mi Hijo Jesús a una innumerable cantidad de hijos purificados en medio de grandes tribulaciones. Es por eso que estoy hoy aquí nuevamente, llamando a todos mis hijos. No demoréis en llegar al lugar que he escogido como mi gran morada y retorno a Dios para mis hijos. 

Dad a conocer. Gloria al Padre Todopoderoso.

¡Hijos míos todos! Ahora que mi tiempo ha llegado, también para vosotros es necesario un período de más intenso recogimiento y de fervorosa oración. Aún ahora, a través de mis hijos predilectos, Jesús vuelve a obrar, a trabajar, a amar, a sufrir, a inmolarse para la salvación de todos. En el Santuario que he pedido muchos de mis hijos serán purificados y sus corazones serán formados por Mí en el puro e incesante acto de amor hacia el Señor.

Valor, mis pequeños hijos. Ahora mi tiempo ha llegado. Por eso hoy quiero ofreceros a todos a la Santísima Trinidad en acto de suprema reparación y de maternal inspiración.

15 de julio de 2011

Mi Amado Hijo está muy contristado, -y hasta indignado- al ver que numerosos son los sacerdotes que me han alejado de su espíritu, me han eclipsado en el corazón de tantos fieles. Por obra de ellos no escuchan mi llamado al lugar donde los espero también a ellos. Cuánto os amo. Cuán tiernamente os protejo. Cómo os bendigo de corazón. Confiaos totalmente a Mí. Tendréis señales seguras de mi ternura de Madre, todos los que seguís el camino que os doy. Gloria al Padre Todopoderoso.

Hija mía, amada de mi Hijo. Todo el sufrimiento y toda la rebelión del mundo dejan en el corazón del Papa una herida profunda. Todos los pecados del mundo se acumularon en el Corazón de Jesús durante las horas de su atroz agonía. Así esto hace sufrir al corazón del Papa. El alejamiento del mundo con respecto a Dios, la gran negación de Dios por parte de tantos. Esta oleada de rebelión y de fango que aumenta cada vez más y todo lo sumerge. Cuántas cosas hacen sufrir al corazón del Papa. La gran soledad y el abandono en que es dejado. El dolor de ser abandonado y traicionado por sus hijos, que dicen y se muestran obedientes y no lo son. ¡Cuánto dolor! 

Hija, es por eso que os pido, os mando, que siempre estéis junto al Papa, y que sus hijos -cardenales, obispos, sacerdotes- le sigan, le escuchen, le amen en todo. 

Gloria al Padre Todopoderoso. Amén. Da a conocer.

15 de julio de 2011

Jesús dicePequeños apóstoles de los últimos tiempos de la tierra, criaturas desconocidas para muchos, pero amadas de mi Corazón. ¡Pequeños apóstoles míos, hijos de mi Santa Madre! 

Dad en cuanto sea posible testimonio de Mí, de mi Amor y de lo que mi Santa Madre os pide. 

No temáis, tendréis éxito siempre en vuestro intento porque os he elegido para esto. Para que deis a conocer lo que tanto os pide y manda mi Madre: su Santuario, lugar en que Ella ya está morando. Ya no demoréis más.

17 de julio de 2011

(07:30 hs.) 

¡Hijos míos! he venido desde el Cielo a revelaros mis designios, en medio de esta lucha que envuelve a todos. Os he indicado el camino a recorrer: el de la Oración y la Penitencia; os invito a la verdadera conversión interior de vuestra vida. 

Os he indicado también un refugio para estar recogidos, protegidos, fortalecidos durante esta gran tormenta, que aún se hará más grande: el refugio es mi Corazón Inmaculado en el lugar de mi Morada. Estoy siempre junto a vosotros para ayudaros a sufrir. Se os pedirán sufrimientos, pero en mi Corazón Inmaculado seréis llamados también a gozar de las íntimas alegrías de mi Amor Maternal.

Hijos míos todos: las tinieblas se densificarán, pero también se volverá más fuerte el rayo de mi Luz que parte de mi Corazón para indicaros el camino. 

Hijos míos, vosotros seréis ayudados por Mí a revestiros de la gracia divina, que deberá resplandecer en vosotros cada vez más para dar a todos testimonios de santidad, 

¡Hijos míos predilectos: escuchad con docilidad y con humildad mi Voz! Dad a conocer.

(15:00 hs.) 

¡Hijos míos predilectos! Conducid a todos a Jesús en la Eucaristía, a la adoración, a la comunión y a un amor más grande. Ayudad a acercarse a Jesús Eucarístico de una manera digna, cultivando en los fieles la conciencia del pecado y educándoles en la confesión frecuente. 

Hijos míos, poned esto en práctica: haced una barrera frente a la gran difusión de los sacrilegios. 

Os digo: nunca como en estos tiempos, se ha comulgado tanto de una manera tan indigna. La Iglesia, hijos míos, está íntimamente herida por la propagación de las comuniones sacrílegas. ¡Basta, os digo! Colmaré Yo el gran vacío en torno a mi Hijo Jesús, presente en la Eucaristía. Ayudadme a formar una barrera de Amor en torno a su Divina Presencia. 

A vosotros, mis hijos predilectos, quiero colocaros como defensa de amor en torno a todos los tabernáculos de la tierra. Lamentablemente las tinieblas han aumentado, oscureciendo también el tabernáculo; alrededor de él hay mucho vacío, mucha indiferencia, mucha negligencia, cada día aumentan más las dudas, las negaciones y los sacrilegios. El Corazón de Jesús nuevamente es herido por los suyos en su misma casa, en el lugar donde ha puesto Él su Divina Morada, entre vosotros. Os pido mucha reparación, hijos míos. ¡Gloria al Padre Todopoderoso!

18 de julio de 2011

Os estoy llamando de cada punto del mundo a vosotros, hijos míos predilectos. 

Soy vuestra Madre Celestial, vuestra Conductora. Os quiero aquí para reuniros en Escuadrón ordenado para la batalla, porque ésta es la hora de pasar conmigo al combate, a las órdenes del Vicario de Jesús. Id por todas partes y difundid la luz que parte de mi Corazón Inmaculado. Desde aquí, lugar que he elegido para que se me construya un Santuario, lugar de refugio y de Oración para el gran retorno al Padre. 

Hijos míos, dentro de poco comprenderéis plenamente el gran don que en estos días os he hecho a cada uno de vosotros, y comprenderéis por qué este año os he querido a todos aquí en el lugar de mi Morada, que he elegido para recibir a todos mis hijos esparcidos por todos los rincones del mundo. Quiero que lleguéis aquí. Os estaré esperando, no demoréis en venir ¡Escuchad mi Voz! 

¡Gloria al Padre Todopoderoso! Dad a conocer.

21 de julio de 2011

¡Hijos míos predilectos! Debéis ser verdaderamente Jesús hoy para los hombres de vuestro tiempo y así diréis sólo la verdad, la verdad contenida en el Evangelio y garantizada por el Magisterio de la Iglesia. 

La oscuridad desciende sobre todas las cosas y el error se difunde cada vez más en la Iglesia. 

Vosotros, hijos míos, debéis orientar a todos hacia la fuente de la cual mi Hijo Jesús hace manar su Palabra de Verdad, el Evangelio confiado a la Iglesia Jerárquica, es decir al Papa y a los obispos unidos en la fidelidad al Papa. Mucho hiere y duele a éste mi Corazón Maternal, el escándalo de los obispos que no escuchan al Vicario de mi Hijo. 

Por esto hoy vosotros, hijos míos, los que me escucháis, haced valer mis derechos y difundid mis mensajes y pedidos que os estoy haciendo a través de ésta, mi hija elegida, para los designios del Padre Todopoderoso. Amén. Dad a conocer.

24 de julio de 2011

(Noche)                                                                                                                                                                                       ¡Hijos míos! Toda la Iglesia me mira con confianza y me venera en el Misterio de mi Divina y Universal Maternidad. Soy la Esperanza, virtud teologal que debe ser particularmente vivida en la sangrienta hora de la purificación. ¡Hay tanta necesidad de luz y de consuelo en estos tiempos, hay tanta necesidad de consolación y de maternal estímulo para todos mis hijos! Miro con dolorosa piedad al innumerable ejército de mis hijos pecadores; a los hijos de la Iglesia, vueltos negligentes por la indiferencia y por la falta de Fe. Hijos míos, quiero en vosotros una voluntad dócil, de niños pequeños, para dejaros formar con abandono y confianza.                                                                                                                                                                                     Pido que mis hijos vengan en procesión porque quiero que mis hijos caminen juntos, porque los quiero unidos en la oración y en el amor. Deseo que mis hijos caminen juntos hacia Mí, porque soy vuestra Madre, que os espera en su Morada para formaros juntos en la oración y en la penitencia.                                                      Da a conocer también a tu director espiritual. Gloria al Padre Todopoderoso.

25 de julio de 2011

Hijos predilectos! Yo, vuestra Madre Celestial, tengo necesidad de vuestra oración. Orad conmigo y por medio de esa oración tan simple, pero tan eficaz, que Yo os he pedido: el Santo Rosario. Orad bien: con humildad, con simplicidad, con abandono, con confianza. Hijos míos, no os preocupéis por otras cosas.                                                                                                                                                  

Hijos míos, seréis fieles, fieles al Evangelio, fieles a la Iglesia. La fuerza de vuestra fidelidad os vendrá solamente por haberos habituado a confiar en Mí, por haberos hechos dóciles y obedientes. Sólo escucharéis mi voz, hijos, si abrís vuestro corazón a los grandes misterios del Padre Todopoderoso. Amén. Dad a conocer.

Hijos míos todos: mi Voz os repetirá dulcemente sólo lo que el Papa y la Iglesia a él unida, anuncia.  Fieles a mi Voz -que os habla hoy- y a la del Papa, seréis un escuadrón preparado por Mí, que difundirá su desoída enseñanza, que consolará su abandono y su soledad.  Hijos míos, os llamo al lugar de mi Morada, ahí quiero reunir a mis pequeños hijos en la oración. Dad a conocer. Amén.

26 de julio de 2011

¡Hijos míos! Estoy aquí para traer a los hombres mis importantes mensajes, sobre todo hoy, en éste, que se hace más urgente y actual.                                                                                                                                  Acoged todos, hijos míos, el llamado afligido de vuestra Madre. Volved por el camino que conduce a Dios, a través de la oración y la conversión.

Hijos míos, hoy os ofrezco el medio que os da el Padre para ayudaros a volver a Él: mi Corazón Inmaculado. Él me ha querido confiar la extrema posibilidad de intervenir para conduciros a la Salvación.

27 de julio de 2011

(Por la mañana) 

¡Hijos míos! Ya ha comenzado la batalla y os pido tan sólo responder a mi supremo llamado.

A mis hijos predilectos: sed sólo sacerdotes míos, sed sólo sacerdotes de oración. No perdáis más el tiempo en otras cosas. Rezad siempre y bien el Santo Rosario. Vivid y difundid el Evangelio de mi Hijo Jesús. Orad, ayudad y defended al Vicario de Cristo, el Papa. Sed pobres y pequeños. Sed humildes. Sed sólo mis pequeños hijos, que forman esta Corona de Amor en torno a mi Corazón Inmaculado y dolorido.

Soy vuestra Madre Celestial. Hoy os hago el don de mi habitual presencia junto a cada uno de vosotros. Gloria al Padre Todopoderoso. Dad a conocer.

 

(Por la tarde) 

Hijos míos, escuchad lo que os digo: el tiempo que Dios ha concedido a la humanidad para su conversión ya está casi cumplido. Es por eso que hoy con afligida y maternal preocupación, estoy aquí y os dirijo éste mi mensaje. Escuchad y seréis salvados, difundidlo por todas partes y contribuiréis con todos.             No son días de desventura y de aflicción, sino de Esperanza y de Paz para todos mis hijos que escuchan mi llamado.

Dad a conocer todos mis mensajes, es hora de que difundáis mis pedidos de Madre.                                         Gloria al Padre Todopoderoso.

No temáis, mis amados hijos. Aquí sois preparados por Mí para la gran lucha que os espera. Aquí sois formados por Mí en la oración, porque éste es el arma que debéis usar para combatir el mal que acecha a la Iglesia. Sólo mi Corazón Inmaculado es la fuerza de vuestra seguridad. Dad a conocer.

27 y 28 de julio de 2011

Dice Jesús: Hijos míos todos: Una virtud que amo en vosotros de manera especial es la humidad, puesto que quien es humilde comprende que lo que es y lo que tiene no es por mérito suyo, sino que le ha sido otorgado de lo Alto. Entonces sed humildes -aunque conscientes de lo que hacéis y lo que obtenéis por mi Santa Voluntad. Yo sé cuánto necesitáis: sois vosotros los que no sabéis qué es el bien y qué es el mal. Apartándoos de la Fe, os apartáis de Mí y no escucháis el llamado de mi Santa Madre para volver al Padre. Haced valer los derechos de mi Madre. 

Da a conocer también a tu director espiritual.

31 de julio de 2011

Dice Jesús: Hija mía, Yo os hago sombra con el madero de mi cruz. Yo os veo caminar bajo esa sombra que os defiende del mal, que os protege y que os hace obrar con el amor que Yo tuve por vosotros en el instante en que os vi a todos vosotros: vuestro tiempo, vuestro rostro, vuestra alma. La sombra de mi cruz es la que os defiende y se refleja en vuestro espíritu y que me hace decir en verdad: sois mis amados, los más queridos. Vosotros, con mis huellas impresas en el alma.

9 de agosto de 2011

(14:30 hs.) 

¡Hijos míos todos! Estoy aquí con vosotros, en medio de vosotros, no temáis nada. Yo estoy con vosotros, os daré todo mi Amor Maternal para vuestro espíritu si os volvéis hacia Mí con confianza. Yo no os abandono: sois vosotros, a veces, los que me abandonáis. Entonces me aparto, no permanezco en medio de vosotros. Yo voy hacia quien me llama y me escucha, puesto que sois libres. Sin embargo, si vosotros me llamáis con el corazón y con el alma, Yo os respondo. Venid a Mí y Yo vendré a vosotros, unida a mi Hijo, en un solo Espíritu. Agradezcamos a Nuestro Padre por todo cuanto os ha dado.       

 ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo! Dad a conocer.

10 de agosto de 2011

¡Hijos míos! Volved al Dios de vuestra Salvación y de vuestra Paz. 

Hijos, ahora se vuelve urgente mi Maternal llamado que, a través de vosotros, mis hijos predilectos, quiero dirigir a todos mis hijos. Corresponded todos a este período extraordinario de gracia que el Amor Misericordioso de Jesús ha preparado para esta generación tan alejada y perversa, tan rebelde, tan dominada por Satanás y por todos los espíritus del mal. 

Hijos, si aceptáis mi invitación, pronto vendrá a vosotros la nueva era de la Justicia y de la Paz, y al final mi Corazón Inmaculado tendrá su triunfo, al veros a todos encaminados por los caminos que Yo misma os he mostrado. 

¡Escuchadme, escuchadme! Que os estoy llamando y os espero en el lugar que he elegido para mi Morada. ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!

(14:00 hs.) 

¡Hijos míos! Escuchad lo que os diré para que Dios sea más y más glorificado y la Iglesia sea curada en sus hijos de las llagas de la infidelidad y de la apostasía: orad, amad, haced penitencia; andad por el camino de la humildad y la pequeñez, del desprecio del mundo y de vosotros mismos.

Hijos míos, la victoria pronto resplandecerá por doquier por el triunfo de mi Corazón Inmaculado.

Hijos míos, un gran prodigio se está por cumplir en vuestro tiempo, aunque por ahora acontezca en el silencio y en el misterio: la lucha entre el Dragón Rojo y la Mujer Vestida de Sol. En él participan Cielo y tierra, las potencias celestiales y las infernales. Vuestra Madre Celestial cada día da un gran paso en la ejecución de su plan victorioso. Yo extiendo mi Manto Inmaculado sobre toda la tierra y os miro a todos vosotros con ternura de Madre.

11 de agosto de 2011

(08:30 hs.) 

¡Hijos míos! Yo reflejo mi luz en vuestros corazones y vierto plenitud de gracias en este lugar que he elegido. Así muchos de mis hijos llegarán a Mí. Y asociándome Yo a vuestra oración, acrecentaré vuestro amor y haré más fuerte las ligaduras que os unen. En estos días, en el Cenáculo de mi Corazón Inmaculado, quiero de vosotros un solo corazón y una sola alma. 

Hijos míos: quiero responder por medio de vosotros, reforzando la comunión y el Amor que os une a mi muy Amado Hijo Jesucristo. 

Gloria al Padre Todopoderoso.

 

(14:30 hs.) 

¡Hijos míos predilectos y apóstoles de mi muy Amado Hijo Jesucristo! Hoy os pido que contempléis a Vuestra Madre Celestial en el momento de decir su Sí al querer del Padre. 

Hijos amados, ahora también vosotros sois llamados a repetirlo para que así se pueda cumplir el gran designio del Padre sobre vosotros y sobre muchas almas. Deseo recibir en mi Corazón Inmaculado vuestro Sí. Este Sí debe florecer en vosotros para que dé frutos. 

Concededme lo que os pido: difundid mis mensajes. 

¡Gloria al Padre Todopoderoso!

12 de agosto de 2011

(08:30 hs.) 

¡Hijos míos predilectos, que escucháis el llamado de mi Corazón Inmaculado! Ninguna prueba servirá tanto para la completa renovación de la Iglesia como ésta de ahora. En efecto: de este sufrimiento saldréis más puros, más humildes, más iluminados, más fuertes. Debéis disponeros a sufrir cada vez más a medida que se vaya haciendo más próximo el momento conclusivo de la purificación. 

Acogeré a cada uno de vosotros, hijos míos predilectos, como bajo la Cruz acogí los sufrimientos de mi Hijo Jesucristo. Ahora debo cumplir mi Maternal función de Corredentora con la Iglesia, y reconducir al Padre a todos los hijos que se han extraviado. 

Hijos míos predilectos, os pido ayuda para juntar el rebaño. ¡Escuchadme, escuchadme! 

¡Gloria al Padre Todopoderoso!    

 

(11:30 hs.) 

¡Hijos míos todos! Hoy os invito, os llamo al refugio de mi Corazón Inmaculado. 

¡Hijos míos, tan amados por Mí, hijos míos! Soy Madre de Jesús y también soy vuestra Madre, y debo cumplir mis deberes maternales hacia todos vosotros. En este gozoso misterio de mi Maternidad debéis encontrar la fuerza de vuestra confianza y de vuestra esperanza. 

Al comienzo de este nuevo año estáis llamados a entrar en un tiempo en el que os esperan grandes sufrimientos: mi Iglesia deberá sufrir, porque es llamada a una más intensa y dolorosa obra de purificación. Yo estoy junto a Ella para ayudarla y fortalecerla, para confortarla. Es por eso que estoy aquí hoy, llamando al lugar que he elegido como Morada. Desde aquí nuevamente extiendo Mi Manto para cubriros y protegeros del enemigo. Dad a conocer. 

¡Gloria al Padre Todopoderoso!    

 

(13:00 hs.) 

¡Hijos míos todos! Multiplicad vuestros Cenáculos de Oración, multiplicad vuestros Rosarios, recitadlos bien y conmigo. Ofrecedme vuestros sufrimientos y vuestras penitencias. 

Aquí, delante de vosotros estoy: escuchando, viendo y gozando, porque mis hijos han empezado a escuchar mi llamado. 

¡Gloria al Padre Todopoderoso! Dad a conocer.

13 de agosto de 2011

¡Hijos míos! Mi mirada se posa hoy en vosotros con particular complacencia y dulcemente os atrae a todos a entrar bajo la protección de mi Manto Maternal. Quiero reuniros aquí, en el lugar de mi Morada, que debe crecer continuamente en el Amor a mi Corazón Inmaculado. Quiero curaros del pecado y de sus consecuencias. El pecado deja en vosotros la debilidad e inestabilidad que hoy estáis viviendo. El pecado postra y desalienta a las almas. 

Hijos míos, os estoy llamando a la conversión en la oración, entrega y penitencia. 

Estad atentos a reparar los ultrajes que mi Hijo recibe. El Corazón de mi Hijo es desgarrado por este inmenso abandono que hoy está padeciendo. Y Yo, su Madre, os quiero reunir a todos para reparar con vosotros tantas calamidades. Dad a conocer. ¡Gloria al Padre Todopoderoso!

14 de agosto de 2011

Por ser Madre de la Iglesia, también he sido íntimamente asociada por Jesús al cumplimiento de su Redención -que se hace efectivo en el curso de la historia- para ofreceros a cada uno de vosotros la posibilidad de recibir aquella salvación que Él os ha obtenido en el momento de su cruenta inmolación. Cuanto más numerosas sean las criaturas que alcancen la salvación, tanto más se realiza la obra maestra de su Amor Divino. Se hará manifiesto a todos mi papel de verdadera Madre y Corredentora. 

¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo! Da a conocer.

15 de agosto de 2011

(09:00 hs.) 

A todos mis hijos: hoy sigue estando aquí mi puesto junto a vosotros. Sobre todo en estos momentos de tinieblas y de sufrimiento en los que estáis llamados a vivir, los mismos que ha experimentado Jesús durante su Pasión Redentora. Estoy aquí para ayudaros y guiaros por el camino de la Verdad, a fin de que el designio del Padre se cumpla y, con Jesús, vosotros podáis gozar en la Gloria de su Reino de Vida. 

¡Gloria al Padre Todopoderoso! Dad a conocer.

16 de agosto de 2011

¡Hijos míos todos! Para que mis designios se cumplan, Yo debo poder contar con la respuesta de cada uno de vosotros; debéis responder al gran don que os he dado. Responded a mi Maternal llamado, solo así podréis estar listos para mi gran designio de Amor. Solo así podéis ser usados por Mí en la gran batalla, que ya ha comenzado. ¡Escuchadme y dejaos guiar por Mí! 

¡Gloria al Padre Todopoderoso!

22 de agosto de 2011

(08:30 hs.) 

Da a conocer a mis hijos predilectos: Cardenales, Obispos, Sacerdotes ¡Escuchad! 

Hijos míos, podéis ver cómo vosotros vestís de cualquier manera. Os digo más: a veces de un modo tan extraño que hasta llegáis a ser motivo de escándalo para los mismos fieles. La Iglesia obliga a todos mis hijos predilectos a vestir el hábito eclesiástico. Os pregunto, ¿quién observa aún esta disciplina? ¿Quién manda y pide esto? Vuestro Maestro, mi Hijo Jesucristo. 

Muchos de los que lo usan son considerados retrógrados y de otra época. 

Qué tristeza causa todo esto a mi Corazón Inmaculado.

(Más tarde) 

¡Hijos míos! Sed por lo menos vosotros, los consagrados a mi Corazón Inmaculado, ejemplo por vuestra docilidad interior y por vuestra obediencia a la disciplina de la Iglesia. Este es hoy vuestro más urgente testimonio; y urgente para la batalla que ha comenzado con mi adversario: que mis hijos consagrados usen sus hábitos eclesiásticos. El enemigo os aparta de estas vestiduras para así llegar más fácilmente a vosotros. No os apartéis de ella, llevadla siempre puesta ¡Escuchadme, escuchadme! 

¡Gloria al Padre Celestial!

(11:30 hs.) 

Pequeños hijos míos: desde este lugar que he elegido para morar os conduzco a la docilidad, a la confianza y al abandono filial. Mi tarea consiste en reuniros, formaros y prepararos. La gran batalla ha llegado. Ahora, bajo mis órdenes, debéis ser firmes en la oración, la penitencia, la unidad con el Papa y dar ejemplo de fidelidad a Jesús. 

Hijos míos todos: no os dejéis seducir por el pecado. No ofendáis más al Hijo de Dios Padre. El tiempo que os queda es breve. Mi hora ha llegado y Yo, vuestra Madre, intervengo para salvaros. 

¡Escuchadme, escuchadme! Gloria al Padre Todopoderoso.

(14:00 hs.) 

Hoy está aquí vuestra Reina del Cielo y os llama, hijos predilectos, a que todos os volváis mis súbditos fieles, prontos y obedientes. Escuchad mi voz, dejaos conducir por Mí con docilidad. Y quien me es fiel, hace de su vida un espejo en el que Yo puedo reflejar mi imagen. 

Hijos míos, os quiero disciplinados en todo, hasta en las cosas más pequeñas. Y la que más os pido: la obediencia al Papa y a los Obispos unidos a Él. Si obedecéis, a través de vosotros podré reinar en todo el mundo. Y prepararé, desde este lugar que he elegido como mi Morada, el camino por el que mi Hijo Jesucristo llegará para instaurar en medio de vosotros su Glorioso Reino de Amor. Da a conocer. 

¡Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo!

23 de agosto de 2011

(08:30 hs.) 

¡Hijos míos todos! Debéis escuchar mi Voz. Soy Vuestra Conductora, volveos dóciles a mis enseñanzas. Obediencia y docilidad, he aquí lo que quiero recibir. 

Mis órdenes las daré a través de la voz de aquel que mi Hijo ha puesto para regir la Iglesia, el Papa, con la jerarquía a él unida. Quiero revestiros de mi docilidad interior. 

Sed siempre obedientes y os volveré instrumentos adecuados para esta batalla y veréis al fin mi Gran Victoria.

(14:30 hs.) 

Soy Madre, y mi acción arranca desde lo más profundo de mi Corazón Inmaculado para ayudar a todos mis hijos de este mundo. La Iglesia y el mundo podrán alcanzar un esplendor que hasta ahora no han conocido. Deseo que los tiempos sean abreviados, porque son muchas las almas que cada día se pierden eternamente. 

¡Cuántas almas van al infierno porque el pecado se difunde y no es reparado, porque es fácilmente aceptado y seguido por muchos! 

Hijos míos ¡escuchadme! El designio de mi Corazón Inmaculado se está por cumplir porque Mi Hijo está a punto de obtener su Gran Victoria con el advenimiento de su Reino Glorioso en este mundo. Dad a conocer. ¡Gloria al Padre Todopoderoso!

25 de junio de 2012

(Por la tarde)

¡Hijos míos! Mirad a vuestra Madre del Cielo que se está manifestando. Debéis creer más en esta mi aparición. Vengo desde el cielo para indicaros el camino a seguir: el de la oración y la penitencia. 

Venid a la fuente, ungíos en la fuente de aceite puro de lo alto que mana de mi Corazón Inmaculado junto al Corazón de Mi Amado Hijo. Ungíos con este aceite bendito, mis hijos. Así tendréis la medicina: algunos para el alma; otros, para el cuerpo. Nuevamente os he manifestado Mi Amor, deseando ungiros con este aceite que he deseado hacer manar en este día, unida a Mi muy Amado Hijo. 

Da a conocer. También a tu Director espiritual.

Hijo mío, amado Mío: con el pensamiento debes buscar y hacer la sola voluntad del Señor. Tu inteligencia debe estar siempre toda ofrecida, para recibir su luz. 

Ezequiel 2,2-8  

2 El espíritu entró en mí como se me había dicho y me hizo tenerme en pie; y oí al que me hablaba. 3 Me dijo: «Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a la nación de los rebeldes, que se han rebelado contra mí. Ellos y sus padres me han sido contumaces hasta este mismo día. 4 Los hijos tienen la cabeza dura y el corazón empedernido; hacia ellos te envío para decirles: Así dice el señor Yahveh. 5 Y ellos, escuchen o no escuchen, ya que son una casa de rebeldía, sabrán que hay un profeta en medio de ellos.6 Y tú, hijo de hombre, no les tengas miedo, no tengas miedo de sus palabras si te contradicen y te desprecian y si te ves sentado sobre escorpiones. No tengas miedo de sus palabras, no te asustes de ellos, porque son una casa de rebeldía.7 Les comunicarás mis palabras, escuchen o no escuchen, porque son una casa de rebeldía.8 «Y tú, hijo de hombre, escucha lo que voy a decirte, no seas rebelde como esa casa de rebeldía. Abre la boca y come lo que te voy a dar». 

Soy el camino hacia la Voluntad Divina. Es Voluntad de Dios Padre que cumpláis con perfección las obligaciones de vuestro estado sacerdotal. 

Deseo que el Santo Rosario sea cada día rezado y meditado por vosotros, unidos a Mí en el lugar en que os espero, lugar que he elegido como mi Morada. No os detengáis hasta hacer cumplir mi Voluntad. 

¡Hijos! ¡Haced valer mis derechos de Madre! Eso es lo que Mi Amado Hijo os está pidiendo.

06 de febrero de 2014

Mensaje de Jesús.                                                                                                                                                                         

Yo soy el que libro a los que esperan en mí y ayudo a los que se sienten perdidos. Yo los guío.

12 de octubre de 2016

(Jesús dice a los sacerdotes) 

Hijo: tú te inquietas porque no siempre estás pensando en Mí. Te inquietan también tus muchas faltas y no te atreves a mirarme. Pero no ha de ser así: dáteme como eres. Yo conozco la naturaleza humana y vine a la tierra para ayudarla y repararla. Trasplántate en Mí. No por tus méritos, sino por Mi Deseo. Une el cansancio de tu rostro a Mi Rostro, desfigurado por los golpes; así repararás tus faltas y las de todo el mundo. Aprovecha todas las ocasiones para unirte a Mí. 

¡Si supieras cuánto gozo me causa la unión de las almas sobre la tierra, comprenderías el que Yo recompense a los que me ofrecen con frecuencia los pensamientos de su corazón!

14 de diciembre de 2016

¡Hijos míos! La oración del Santo Rosario es una oración que hacéis juntamente conmigo. Uno mi oración a la vuestra. Es ahí cuando se hace eficaz, porque vuestra Madre Celestial es la Omnipotencia Suplicante. Es una oración que une las voces de la Iglesia y de la Humanidad, porque es hecha en nombre de todos. Nunca solamente a título personal. Con la contemplación de sus misterios llegáis a comprender el designio de Jesús. 

Estoy aquí, mis hijos, para que todos encontréis descanso y mi Corazón descanse en cada uno de los que ponen su mirada, su deseo, su confianza en esta vuestra Madre. Quiero ser vuestro descanso. Y vosotros, mis niños, sed el mío. Consolad mi Corazón Inmaculado y en él al de mi Muy Amado Hijo. Así fortaleceré los corazones de muchos de mis hijos ahora atacados por la gran cizaña y astucia del enemigo. Mas os digo: su poder no es mayor que el mío. Y Yo estoy hoy aquí para salvar. Y pido ayuda con vuestra oración. 

¡Salvad a mis hijos, vuestros hermanos! Con la fuerza de la oración y la unión: unión entre aquellos que escuchan mi voz. Hija, da a conocer.

15 de diciembre de 2016

¡Hijos míos! Con voz suplicante os digo: volved al Dios de vuestra salvación y de vuestra paz. A mis pobres hijos pecadores, seducidos por el mal, les repito con afligido Corazón de Madre: volved a Dios que os espera con amor de Padre. A todo hijo de la Iglesia que hoy vive momentos de dolor, repito mi invitación nuevamente. Andad por el camino del amor, de la unidad en la oración, de la fidelidad, de la santidad. Y eso se logra, mis hijos, con humildad, caridad, obediencia y unidos todos en la oración y en la penitencia. Hablo a toda la Humanidad. Con la fuerza de mi Corazón quiero gritarles: ¡abrid las puertas a mi Hijo Jesús! Soy vuestra Madre angustiada que ve el peligro mortal que os amenaza. 

Si reparáis el dolor de mi Corazón Inmaculado, os volvéis para Mí motivo de gran gozo y consolación, porque a través de vosotros, Yo puedo obrar en este año, para cumplir mi designio de salvación. Es un designio que aún mantengo, como vuestra Madre.

10 de marzo de 2017

I Corintios 12,1-19

1 En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia.   

2 Sabéis que cuando erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos.        

3 Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo.     

Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;                                                                 

5 diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo;                                                                     

6 diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos.

A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común,

porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;

9 a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu;

10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas.

11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad.

12 Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo.

13 Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

14 Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos.

15 Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, yo no soy del cuerpo» ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso?

16Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo» ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso?

17 Si todo el cuerpo fuera ojo ¿dónde quedaría el oído? Y si fuera todo oído ¿dónde el olfato?

18 Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad.

19 Si todo fuera un solo miembro ¿dónde quedaría el cuerpo?” 

11 de marzo de 2017

¡Escúchame, escúchame, hija mía! Siempre os hablaré porque ésta es la Voluntad del Padre, y la hago mía. Vosotros estáis en el mundo, pero no sois del mundo. No os avergoncéis de dar a conocer la verdad. La Verdad es una sola: es la Voluntad de Dios en aquél que escucha su voz, escuchando a la Madre de su Hijo Unigénito. 

¡Hija mía, hijos todos! No hay amor más grande que el que da la vida por aquellos que ama. Mirad a mi Hijo: da su vida por amor. Mi Corazón de madre se une al suyo en amor. Así lo siento morir y ser traspasado por la atroz agonía. Hija mía: haced silencio dentro de vosotros para escuchar solamente su Divina Palabra. No respondáis a los desprecios ni a las calumnias de quien no os acoge. No respondáis a los desprecios ni a las ofensas de quienes os persiguen. Palabras de amor para todos y de completo abandono a la Gran Voluntad de Dios. Y dejaos guiar por esta vuestra Madre.

Da a conocer a mi hijo predilecto: habéis sido marcados de tal modo con mi sello de amor que os distinguís de aquellos que se han dejado seducir por la Bestia, y que llevarán escrito el número blasfemo. El Dragón Rojo nada puede contra aquellos que están señalados con mi sello. Aquellos que siguen al Dragón perseguirán a todos los que han sido marcados con mi sello. Estoy aquí para defenderte, mi niña. Nada podrá dañar al alma en la que yo misma he impreso mi imagen. No temáis a mi adversario: os ataca con terribles insidias para llevaros al desaliento. Mi luz aumentará día a día. Y tú, mi pequeña, serás guía hacia la salvación en los momentos de la gran tribulación. Rogad, mi niña: la gran prueba ha llegado para el mundo entero. Es tiempo de volver la mirada y el corazón al Padre Eterno. 

Se ha extendido este velo de muerte sobre el mundo y muchas almas son contaminadas. 

¡Hijos míos! Vivir por mí significa sentir conmigo y sufrir conmigo por los grandes momentos que os esperan. Dejaos guiar por Mí como pequeños, con mucha Fe y con mucho abandono en este mundo invadido por las tinieblas. Todo el sufrimiento y toda la rebelión del mundo deja en el Corazón de esta Madre huellas profundas. ¡Son tantos los pecados del mundo que están acumulados en el Corazón amadísimo de mi Hijo Jesús! ¡Tantos son mis hijos predilectos, víctimas de Satanás, a quienes él ridiculiza y condena! Verdaderamente, para la Iglesia esta es la hora del poder de las tinieblas. Es por eso, mi niña, que necesito ser escuchada, y ser escuchada como Madre del Hijo Unigénito. Estoy aquí para ayudar a salvar a muchos de mis hijos. 

No os apartéis de la oración y la penitencia; del arma contra el enemigo, que es el Rosario. 

Muchos de mis hijos predilectos se encuentran sumergidos en la oscuridad, traicionando a mi Hijo Jesucristo y al Evangelio.                      

 

(Nota aclaratoria: la Santísima Virgen llama hijos predilectos a los sacerdotes de la Iglesia Católica)

17 de marzo de 2017

¡Hijos míos todos! Caminad por la senda que os he trazado, sin dejaros atrapar por la desconfianza o el desánimo. Ésta es la asechanza más peligrosa con la que mi adversario trata de frenar la fuerza de mi escuadrón victorioso. No os detengáis ante esa asechanza que os tiende Satanás. Responded con una más grande confianza y con vuestro filial abandono en Mí, vuestra Madre, que os llama a su Morada, a la oración que debe ser intensificada y continua. Así obtendréis del Espíritu Santo la luz de la Sabiduría que os iluminará y os hará ver cada insidia peligrosa tendida en vuestro camino. El Padre os dará la alegría de un tierno y fiel abandono en su Divina Acción, con amor para cada uno de vosotros. 

¡Hija mía! Consagraos a Mí, intensificad también vuestra filial reparación por el modo sacrílego y diabólico con que públicamente es presentado mi llamado y se impide que sea escuchada mi voz. 

Por eso ha llegado el momento para la Iglesia, el tiempo de su Gran División, de la apostasía introducida en su interior, el momento de vivir la más grave crisis. ¡Venid a Mí, hijos! Verted bálsamo de amor sobre las heridas abiertas y sangrantes de mi Corazón Inmaculado y tan dolorido.   

5 de abril de 2017

Hija: mi Madre os quiere comunicar a todos su maternal querer con su Mensaje, que hoy se ha vuelto urgente y angustioso.

Hijos míos: acoged mi invitación que de tantas maneras aún quiero dirigir a mis hijos amenazados. 

Orad, orad más con el Santo Rosario. Soy la Madre de la Fe, soy la Siempre Virgen Fiel, estoy aquí para dar la gracia de la verdadera Fe y lo haré con mi hija más pequeña. Ella es el canal entre la gran Divinidad de Dios y el mundo, elegida por la Madre del Hijo Unigénito. 

¡Escuchadme, escuchadme! Estoy en este período como la Señora Vestida de Sol, y también mi adversario, el Dragón Rojo. Por eso me sigo apareciendo y necesito ser escuchada por mis hijos todos. Venid, venid a mi Morada.

Hija mía, tu debilidad será más intensa a medida que pasen los días, así de intensas serán la salvación y purificación de muchas almas. 

Da a conocer a mi muy amado hijo, tu guía. Él sabrá ayudar y dará a conocer lo que os pido.

9 de abril de 2017

Hijos míos todos; tened gran confianza en la particular acción de vuestra Madre Inmaculada. Os miro con aquella ternura con la que una madre mira a sus hijos enfermos y por lo tanto, más necesitados de ella. 

Este es un tiempo de grandes sufrimientos para la Iglesia porque la infidelidad desborda y el compromiso con el espíritu del mundo ha logrado seducir hasta a algunos de aquellos que tienen grandes responsabilidades. Yo misma he iniciado mi obra maternal a través de aquellos que responden a mi urgente invitación a combatir el pecado, a orar, a sufrir, a amar y a reparar. ¿Cuántos son los que responden con su SÍ a este llamado suplicante y urgente? Dad a conocer.

10 de mayo de 2017

Hija mía, mi niña, da a conocer. Yo soy la Reina del Santo Rosario. Os pido oración, sacrificio y penitencia para que baje a vosotros la paz y misericordia del Altísimo. Rezad el Santo Rosario todos los días en desagravio por los ultrajes y sacrilegios con que se ofende al Sacratísimo Corazón Eucarístico de mi Hijo Jesús, y en él, a mi Inmaculado Corazón. 

¡Escuchadme, escuchadme, atended a mi llamado suplicante! ¡Convertíos pronto! El inmenso Amor de Dios se está prodigando a vosotros, mis hijos. Os llamo para que seáis sanados espiritualmente. Mi misión es acercaros al Amor de mi muy Amado Hijo. A Él os quiero llevar.

13 de mayo de 2017

¡Sed hoy hijos míos todos, mis pequeños! Mi Iglesia debe abrirse a la acción del Espíritu Santo. Este edificio está construido sobre columnas que desafían a los siglos, contra el cual el infierno no puede prevalecer. ¡Hoy es tanta la tiniebla que parece invadir este edificio! Es necesario que el Espíritu Santo lo haga reponerse todo con una novísima luz. Por eso Yo reúno desde todas partes del mundo a mis hijitos, a los que estoy hoy llamando con voz suplicante para que el Espíritu Santo llegue a todos y los transforme, y los prepare para cumplir hoy el gran designio del Padre. Otra vez este designio está confiado al dolor y al Amor de mi Corazón Inmaculado. Por eso os pido que os consagréis a mi Inmaculado Corazón. Os pido que os hagáis pequeños, de manera que os pueda llevar a todos en mis brazos, como lo hice con mi Niño, Jesús. También con vosotros me presento en el Templo de Dios y os ofrezco en holocausto al Padre, para aplacar su Divina Justicia. No os turbéis si aún hoy recibo un rechazo de parte de los Grandes. Pero mi voz es cada vez más escuchada por los pequeños. Será solamente con estos hijitos que obtendré mi Triunfo de Amor.

12 de junio de 2017

He aquí el Misterio de mi Divina Maternidad. Confío como Madre, en las manos del sacerdote, a mi Niño. Y en él adoro a mi Dios que entra en la gloria de su casa.                                                                         Cada punto de la Ley se cumple: el ofrecimiento, el sacrificio, el rescate. Al sacerdote le es confiado un niño; para él, es sólo uno de tantos. Pero al que tiene corazón de niño le es revelado el Misterio del Padre. El Espíritu Santo se posa sobre un pobre viejo confundido entre la multitud: los brazos del anciano se abren para estrechar con amor al Mesías prometido, al esperado Salvador de Israel. Mi esposo José y yo mirábamos atónitos.                                                                                                                                                                   Por primera vez, el Misterio se hace manifiesto y es dado el anuncio por una voz humana. No es revelado a los doctores ni a los sacerdotes: es manifestado a un anciano, a una mujer, a la gente que es humilde y pobre en el Espíritu. De ese modo es anticipado el designio: “este Niño será puesto como signo de contradicción para la salvación y la ruina de muchos”. A mí, la Madre, una espada atravesará el alma. Cuando ya grande comience su misión, se repetirá exactamente es misterio hecho. Es expulsado de la sinagoga y obligado a huir; su voz es rechazada por los grandes, por los doctores de la Ley, por los escribas, por los sacerdotes. Este rechazo oficial, como una espada, traspasa mi Corazón de Madre. Pero Jesús es recibido por los pobres, los enfermos, los pecadores. Su Voz desciende en el corazón de los sencillos y mi dolor maternal se ve aplacado por la respuesta que los más pequeños saben dar a mi Hijo.                     

¡Gracias por la respuesta que dan los pequeños! Porque responden al Padre y comprenden el Misterio del Reino de los Cielos.                                                                                                                                           Este mensaje es importante en ti, mi niña. Tu guía sabe lo que os digo.

20 de septiembre de 2017

Escuchad mi voz. Es una gracia de amor, porque con mucho amor os llamo al camino de la conversión. ¡Hijitos míos! Como Madre estoy aquí haciendo un llamado suplicante para conduciros por el camino del encuentro con el Hijo y el Padre, y así salvaros de las pestes del enemigo, que mucho está contaminando a mi Iglesia. Esto sucede por no ser escuchada. El enemigo es astuto y, como león rugiente, anda para devorar. Mas no olvidéis que siempre estoy aquí, vuestra Madre, quien desea ser escuchada y obedecida. No temas en difundir mis mensajes, porque en ellos va mi protección de Madre. Mi voz debe ser eco en el mundo entero. Y vosotros, mis hijos, ayudad a que muchas almas sean salvadas de las pestes malignas. Estoy aquí, en mi Gran Morada, para recibiros y conduciros a la oración, a la penitencia, y al encuentro con mi Hijo Amado. Consolad mi Corazón, y en él al de mi muy Amado Hijo Jesús. Mi Iglesia está hace tiempo en una gran crisis de Fe. Mas mi voz renovará a aquellos que sepan escuchar mi llamado suplicante. 

Hija mía, no tema mi hijo amado en dar a conocer de dónde viene el origen de este mi llamado, para que se cumpla verdaderamente que estoy aquí con la elegida que el Padre Eterno quiso darme. Para que seas tú el canal entre vuestra Madre Celestial y el mundo. ¡Grande es tu misión! Y has sido obediente a mis llamados. Gloria al Padre Todopoderoso. No demores en darlos a conocer, así muchos hijitos sabrán quién os habla, y con cuánto amor os llamo. Difundid, difundid mi voz. Serás perseguida y calumniada en la misma Iglesia, por aquellos que sólo saben escuchar sus opiniones.

Hija, mi designio se está por cumplir a través de vosotros, que habéis respondido a mi invitación maternal. Secundad mi acción, que tiende a transformaros interiormente. El triunfo de mi Corazón Inmaculado no puede venir sino en el triunfo de mi Hijo Jesús, que volverá a reinar en los corazones, en las almas, en toda la humanidad. Jesús, tal como se encuentra en el cielo, se encuentra en la tierra realmente presente en la Eucaristía, con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Su Reino Glorioso resplandecerá particularmente en el triunfo Eucarístico. Escuchad con docilidad y con humildad mi voz. Da a conocer, mi niña. También a tu director espiritual.

 

(Más tarde)

Hija mía, desde todos los rincones del mundo hoy os congrego en mi Corazón Inmaculado. 

Hija mía, la Divina Justicia ha decretado la total purificación. El Señor permitirá que la Iglesia quede como abandonada por Él, pero tendrá sus víctimas junto a Él, como víctimas de holocausto. Entre tantas estás tú, como alma víctima, cada día más conforme al designio de Amor del Corazón Eucarístico de Jesús, en total divinidad sobre ti la Potencia de Dios. Viviendo cada vez más intensamente el Santo Sacrificio de la Misa, muchos de mis hijos predilectos verán el gran poder, el misterio de amor en ti. Porque en ti seguirán estas manifestaciones que nadie podrá detener. No demores en dar a conocer. Pido confianza y serenidad aunque sea atroz el dolor de lo que vivas, mi niña. Confía y descansa en cada herida, deposítala en mi Corazón y tu serenidad será guía para los demás. Yo, vuestra Madre, os diré por qué tanto, tanto dolor, y por qué os pido esta REPARACIÓN: en estos tiempos, las tinieblas han oscurecido también el Tabernáculo. En torno a él hay mucho vacío, mucha indiferencia, mucha negligencia. Cada día aumentan las dudas, las negaciones y los sacrilegios. El Corazón Eucarístico de mi Hijo Jesús nuevamente es reído por los suyos. En su Casa, en el mismo lugar donde ha puesto su Divina Morada entre vosotros: la Iglesia, íntimamente herida por la propagación de las comuniones sacrílegas. Es por eso, mi niña, que en ti se ha puesto la predilección de dar (a conocer) el infinito misterio de tan sagrado Sacramento, que es la Eucaristía: el mayor milagro, las Tres Divinas Personas en su Divinidad, pero de forma visible, en la totalidad de su Presencia. Yo estoy y estaré con los Ángeles en cada manifestación; es necesario en estos momentos. Sobre ti hay un designio dispuesto por el Padre Celestial. Tu director sabrá lo que os pido y por qué. Confía: muchas almas me ayudarás a salvar, aún de mis hijos predilectos.

22 de septiembre de 2017

Hijo mío, seguid difundiendo todos mis mensajes. Que el mundo sepa quién os habla; y más: quién os llama con voz suplicante de madre. Gloria al Padre Todopoderoso. 

Yo protegeré mi obra.

26 de septiembre de 2017

¡Hijos míos! Mi Corazón Inmaculado es la Puerta del Cielo, a través de la cual pasa el Espíritu de Amor del Padre y del Hijo para llegar a vosotros y renovar todo el mundo. Por esto es que hoy estoy llamando con la voz suplicante de este mi Corazón. El Padre posa su mirada de complacencia en cada uno de mis hijos que me escucha. Mi llamado, mi misión maternal es la de ayudar a cada uno de vosotros a realizar en plenitud el designio del Padre. 

¡Hijos míos! Desde hace tiempo os he llamado a este mi refugio para secundar mi designio de salvación. A mi morada, lugar elegido y bendecido, os llamo; para formaros conmigo en la vida de oración, en el amor recíproco, en la donación de sí, en la santidad. En este nuevo cenáculo, juntos invocamos el don del Espíritu Santo quien, a través de mi intercesión maternal, aún quiere darse en plenitud a la Iglesia sufriente. 

¡Hijos míos! Escuchadme y dad a conocer mi voz y mi llamado. Es tiempo de que se dé a conocer que estoy aquí, manifestándome en el lugar de mi morada. No se demore más mi llamado suplicante. 

Hija, da a conocer. Gloria al Padre Todopoderoso.

27 de septiembre de 2017

Hija mía, da a conocerlo hoy. Espero sean mis mensajes editados y dados al mundo entero. Contenta estoy con lo que mi muy amado hijo predilecto hace: dar a escuchar mi voz. Necesito que mi voz recorra el mundo entero. Estoy aquí haciendo un llamado suplicante, suplicando ser escuchada. Es de suma importancia que mis mensajes sean editados, así todos tendrán acceso a ellos, más de lo que os podéis imaginar. 

Alégrate, mi niña la más pequeña. Nada puede impedir mi obra y que mi voz sea escuchada. 

Da a conocer a tu director espiritual.

29 de septiembre de 2017

¡Mis hijos todos! Aquí estoy Yo, vuestra buena Madre, Madre del Hijo Unigénito del Padre Todopoderoso. Contenta estoy de mis hijos, aquellos que bien escuchan mi voz. 

Mas os digo: escuchad mi llamada a mi morada y venid en peregrinación. Así vosotros, mis hijos, formaréis el gran escuadrón de peregrinos que, escuchando mi voz, seréis recibidos por vuestra buena Madre, quien os espera en su morada para daros grandes bendiciones que os guiarán a los brazos de mi muy amado Hijo Jesús. Responder a esta peregrinación es responder a mi llamado suplicante. Os espero a todos en peregrinación. Estoy aquí, atenta a vuestra visita, que será para mayor gloria del Padre Todopoderoso. ¡Glorificado sea su Nombre! Venid, venid con cantos, rezando el Santo Rosario, que aquí os espero. EN MI MORADA QUE SE ENCUENTRA AQUÍ, EN ESTA CIUDAD DE SAN RAFAEL.

4 de octubre de 2017

Hija mía, mi niña. Contenta estoy. Pero tengo un gran dolor por mis hijos aquellos que quieren silenciar mi voz. Estoy aquí para llamarlos a retornar a Dios Padre Todopoderoso. 

¡Mis hijos predilectos! ¡Pobres hijos míos! Endurecidos de corazón y sin la luz de la Fe, os responsabilizo por aquellas almas a las que no dejáis escuchar la voz suplicante de esta Madre, y por vuestras propias almas, porque no queréis escuchar. 

Mis hijos, ¿no veis cuánta asechanza os pone el enemigo? Os aparta del camino de la oración, la confianza, la esperanza. Vosotros mismos apagáis la luz que esta Madre desea daros para ser salvados. Muchos de vosotros decís tener Fe, muchos decís: “Madre…Madrecita, yo confío en ti” ¡Lamento y sufro por esas palabras de mentira! No pueden creer en Mí aquellos hijos que no escuchan a la Madre del Hijo Unigénito de Dios Padre Todopoderoso. 

¡Hijos míos! ¿Acaso Yo, vuestra Madre Celestial, debe pedir permiso para ser escuchada por sus hijos? 

Hijos míos todos: sabed y no olvidéis que soy la Madre del Redentor. Y si estoy aquí manifestándome, es por el gran peligro que os acecha. ¡Pobres hijos míos aquellos que no escuchan y no dejan escuchar mi voz por falta de Fe, por miedo, por sordos! Más grande hacen mi dolor. Porque muchos se arrodillan ante Mí y no escuchan mi llamado suplicante a la conversión del corazón. 

Hijos míos, siempre como Madre os haré el mismo llamado y mis palabras son repetidas porque no soy escuchada. Y al no serlo, muchos de mis hijos se exponen a que les sea retirada la mirada misericordiosa del Padre Celestial. Mas por Él soy mandada a rescatar a mis hijos. Aquí estoy como Madre, como Esposa y como Esclava para guiaros en la humildad, serenidad, caridad y obediencia a mi llamado. No es sólo mío. Escuchad: también es un llamado de la Santísima Trinidad. Es necesario que mi voz suplicante sea escuchada, y más por mis hijos predilectos, que tanto dicen creer en esta vuestra Madre, y no sienten, no escuchan más que su propia voz. Dicen creer en Mí y quieren silenciar mi voz. ¡Pobres mis hijos! Porque ellos mismos apartan la ayuda de salvación para ellos y para tantas almas. 

Os digo que si no soy escuchada como Madre de Dios, por mandato del Todopoderoso no podré escuchar las súplicas que me hacéis. 

¡Escuchadme, escuchadme! Estáis envueltos en grandes tinieblas. Yo estoy aquí para daros luz en el camino de la salvación. Iluminándoos a través de la oración y la penitencia, seréis purificados y podréis ver la Verdad y escuchar la Verdad que es Una: mi Hijo Jesucristo. Gloria al Padre Todopoderoso. 

Quise que os sea dado este mensaje para que sepáis por qué siempre mi llamado es el mismo: por no ser escuchada. Amén, Amén. 

5 de octubre de 2017

Hija mía, mi niña. Esto quiero: que mis hijos todos sepan que estoy aquí para ser escuchada. 

En mi llamado os traigo la gracia de la confianza y la luz, para que seáis guiados en retorno a Dios. 

¿Sabéis lo que significa esto, hijitos míos? ¿Cómo se puede pensar que mi voz no os guía, siendo que soy enviada por la Santísima Trinidad? Estoy aquí como protección contra la gran tiniebla que se aproxima, como protección para todos mis hijos que desean escucharme. Mi llamado es suplicante por las grandes tinieblas y ataques del Malo que amenazan a toda la Humanidad. No podéis negar lo que os estoy diciendo. ¡Mis hijos amados! Hay una gran acechanza también en el interior de mi Iglesia. Grande es la división, mas os aseguro que no es por causa mía. ¡Escuchadme, escuchadme! Es el enemigo quien causa estas divisiones. En la soberbia, en la falta de humildad, caridad, unión. 

¡Hijos míos! Tanto es el dolor causado a mi Inmaculado Corazón. Porque muchos -como os he anunciado antes- sólo escuchan su propia voz y así quieren silenciar la mía. Mas os digo: mi voz es potente, es amor misericordioso que nadie puede silenciar. Porque soy la Madre del Amor, del consuelo, de la ayuda y de la gran Esperanza para mis hijos todos. Y aún más para mis hijos predilectos, y todavía más para mi amado hijo, el prelado de esta diócesis. 

Soy la Inmaculada Concepción, Madre del Hijo Unigénito del Padre Todopoderoso, quien ha pedido y pide sea Yo llamada en este lugar elegido por Mí y bendecido por mi prelado amado “Nuestra Señora de los Milagros”. La cual pide ser escuchada con un corazón contrito y humilde. 

Gloria a Dios Todopoderoso. Amén, Amén.  

23 de noviembre de 2017

Oración.

Ven, Espíritu Santo. Llena mi alma con la abundancia de tus dones. 

Por el don de la Sabiduría, haz que tenga el gusto por las cosas de Dios y me aparte de las cosas terrenas. Con la gracia del Entendimiento pueda penetrar las verdades reveladas y así aumentar mi Fe, distinguiendo con tu luz lo que es del bueno y del mal espíritu. Que viva la importancia y belleza de las verdades cristianas. Con el don de Consejo ponga los medios para santificarme, perseverar y salvarme, y salvar a los que se encomiendan a mi pobre oración. Que pueda, con la gracia de la Fortaleza, vencer todo obstáculo que impide mi camino hacia Ti.

Hechos 1,8: recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Salmo 17,8

“Guárdame como la pupila de los ojos, escóndeme a la sombra de tus alas.”

5 de diciembre de 2017

Hija mía, da a conocer lo que esta Madre tanto espera de todos sus hijos bautizados. A ellos pido el retorno a Dios Todopoderoso.

¡Escuchad, escuchad mi voz suplicante! Estoy aquí, en este lugar como Madre de Todos. Lugar bendecido y elegido para salvación de muchos de mis hijos. Difundid que estoy aquí morando.                        Se ciernen sobre mi Iglesia -Cuerpo Místico de mi Hijo Jesucristo- momentos de gran tribulación y grandes tinieblas. Necesito la ayuda de todos. Para esto estoy aquí, para esto he elegido este lugar, como fue nombrado: “Casa de Dios y Puerta del Cielo”.                                                                                                                        

Hijitos míos: que esta manifestación Mía que hice y hago aquí sea escuchada y dada a conocer, así os haréis eco de mi Voz.                                                                                                                                                  Penitencia, purificación, obediencia a la Voluntad de Dios Omnipotente. Rezar la oración del Santo Rosario, arma que combate al enemigo. Que mis llamados sean difundidos y editados en el mundo entero. Que cada uno de mis hijos tenga en la mano esta llamada suplicante.                                                                                      

Hace tiempo que estoy llamando a vivir una vida de Gracia, una unión más profunda con Jesús Eucaristía. Haced oración reparadora por tantos sacrilegios que hay hoy en el mundo contra mi Hijo Muy Amado Sacramentado.                                                                                                                                                                                       

No rehuyáis el ser testigos de la Verdad. La Verdad en Cristo os defiende; la Verdad en la Oración os sostiene; la Verdad en la Penitencia os hace más firmes; la Verdad en la Palabra de la Escritura os salvará, si también la escucháis por boca de aquellos discípulos que hablan con esa Verdad Única.                                                      

No bajéis los brazos: levantadlos en alto pidiendo misericordia.                                                                                           

Un gran ataque del Malo: muchos hijos míos se condenarán por escuchar al enemigo.                                       

La Verdad es Una y Única.                                                                                                                                                                 

Da a conocer a tu director espiritual y sea dado al mundo.                                                                                 

Necesito de mis hijos predilectos.

Todos los días 15 hs, se reza el Santo Rosario por expreso pedido de la Virgen en uno de sus mensajes

Patricia debía transmitir a la Iglesia el pedido de la Ssma. Virgen de que se le construyera su Santuario; esto fue concretándose. En mayo de 2013, el obispo, Mons. Eduardo M. Taussig, autorizó que se iniciaran las gestiones para conseguir el terreno en el lugar indicado por la Ssma. Virgen en el año 2000. El 2 de abril de 2014, la Municipalidad de San Rafael cedió al Obispado de San Rafael las primeras tres hectáreas en el Parque Mariano Moreno para comenzar la construcción del Santuario.
Ese mismo año comenzó la construcción de la Ermita en honor de la Ssma. Virgen, parte primera de sucesivas obras que deberán ejecutarse.

Todos los días 27 de cada mes, hay una procesión con rezo del Santo Rosario y Misa.

Procesión y Santa Misa

Enero y Febrero 19 hs.

Marzo y Abril 18 hs.

Mayo a Agosto 16 hs.

Septiembre y Octobre 18 hs.

Noviembre y Diciembre 19 hs.